Damasco, 14 nov (SANA) El arte del vidrio emplomado combina precisión y belleza, donde la habilidad del artesano se entrelaza con las técnicas modernas en una composición artística que ofrece una experiencia visual que une tradición e innovación.
En un taller que es casi el único especializado en este arte en Damasco, SANA constató los esfuerzos por preservar este oficio pese a los grandes desafíos que han enfrentado las industrias tradicionales en los últimos años.
Allí, el artesano Abdullah Soufieh se dedica a crear piezas de vidrio decorativo. Explica que el proceso pasa por varias fases: primero se elabora el diseño utilizando programas especializados en el ordenador, lo que permite mostrar al cliente una imagen clara del resultado antes de empezar. Una vez aprobado el diseño, modernas máquinas de corte se encargan de dar forma a cada pieza con gran precisión según las dimensiones necesarias.
“El proceso continúa con la etapa de limpieza y lijado del vidrio para eliminar impurezas. Luego se pasa a la fase del cobre y el estaño, durante la cual se ensamblan y unen las piezas según el diseño final”, detalló.

Agregó que esta etapa depende en gran medida de la experiencia y la habilidad del artesano, a pesar del apoyo tecnológico disponible. Señaló, además, que la incorporación de máquinas de corte ha reducido el tiempo de trabajo de dos días completos a apenas dos horas, sin afectar la identidad artística del oficio ni su particular belleza.
“El vidrio emplomado en Siria tiene raíces profundas que se remontan a siglos, cuando su elaboración se hacía completamente a mano y dependía del gusto y la experiencia. Hoy, la tecnología ha añadido una nueva dimensión a este arte, haciéndolo más diverso, preciso y capaz de responder a las exigencias contemporáneas”, añadió Soufieh.
Un legado arquitectónico auténtico
Según Khaled Fayyad, director de la Casa Comercial de la Unión General de Artesanos, el teñido del vidrio con óxidos metálicos como el cobre y el hierro le otorga una belleza especial, transformándolo en paneles artísticos geométricos de múltiples colores.
Señaló que los artesanos solían usar moldes de madera, piedra y yeso para formar las ventanas decoradas con vidrio emplomado, que constituían un elemento característico de la arquitectura damascena en mezquitas y casas tradicionales.

“El vidrio emplomado no era solo un elemento estético, sino que también desempeñaba un papel arquitectónico y funcional, ya que ayudaba a determinar los horarios del rezo mediante la reflexión de la luz solar a través de las ventanas coloreadas, un principio que utilizaron algunos científicos musulmanes como el astrónomo Ibn al-Shatir en sus estudios sobre la sombra y el tiempo”, añadió.
Aunque hoy son pocos quienes trabajan en este campo, la pasión de un reducido grupo de artesanos sigue presente con fuerza para preservar este oficio como parte fundamental de la identidad siria. Con el desarrollo tecnológico, estos artesanos han demostrado su capacidad para emplear técnicas modernas al servicio del patrimonio, haciendo del vidrio emplomado un ejemplo que combina autenticidad, artesanía y creatividad técnica contemporánea.







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