Bruselas, 26 nov (SANA) Bélgica afrontó este miércoles el tercer día consecutivo de huelga general convocada por los principales sindicatos en rechazo a las reformas proyectadas por el Gobierno para el presupuesto de 2026, una protesta que dejó paralizados el transporte terrestre, marítimo y aéreo, además de numerosos servicios en todo el país.
Según informó Euronews, el transporte público en Bruselas quedó prácticamente detenido, mientras el aeropuerto de la capital canceló todos los vuelos de salida y buena parte de los de llegada. Las redes de tren y autobús operaron con mínimos debido a la adhesión masiva de trabajadores al paro.
En el ámbito marítimo, las agencias navieras belgas reportaron una fuerte congestión en la costa. La entrada y salida de buques del puerto de Amberes —el segundo más grande de Europa— y de otras terminales se vio interrumpida por la suspensión de los servicios de navegación y practicaje.
Los sindicatos explicaron que la protesta se articuló en tres fases: la primera paralizó el transporte público el lunes; la segunda, el martes, extendió el paro a servicios públicos como escuelas, guarderías, hospitales y oficinas estatales; y la tercera culminó el miércoles con una huelga general a escala nacional.
La movilización responde a los planes del Gobierno para modificar el sistema de pensiones, aumentar la edad de jubilación y ajustar las prestaciones sociales. Los líderes sindicales denunciaron que el presupuesto supone “un golpe para los trabajadores” y advirtieron de que su impacto recaerá especialmente sobre las familias con menos recursos.
Bélgica ha vivido otras protestas a lo largo del año, incluida una manifestación en octubre que reunió a más de 100 mil personas.
El país, que figura entre los más endeudados de la eurozona junto con Grecia, Italia y Francia, aplica desde febrero un programa de ajustes impulsado por el primer ministro Bart De Wever, que contempla reformas estructurales sin precedentes en materia laboral, de desempleo y de pensiones.