Latakia, 4 oct (SANA) En la costa mediterránea del noroeste de Siria, entre los pueblos de Al Shabtaliyah y Burj Islam, se halla Salib al Turkman, una localidad que fusiona belleza natural, riqueza cultural e historia profunda.
Un paisaje único entre mar y montaña
Situado a unos 22 kilómetros al norte de Latakia, Salib al Turkman sorprende a los visitantes con un entorno donde el mar Mediterráneo se funde con la roca blanca de la costa, creando un contraste visual armonioso e impactante. El área que abarca el pueblo, junto con Burj Islam y Al Shabtaliyah, es conocida localmente como la “Cruz Turcomana”, en alusión a su nombre histórico.
Origen y significado del nombre
Según el profesor Muhammad Jamil Hattab, exdirector de Cultura, el nombre tiene raíces en el arameo siríaco. La palabra “Salib”, que podría sonar a “cruz”, no se refiere al símbolo cristiano; proviene de una forma aramea en la que la tilde en la “l” funciona como diminutivo de “tierra”. En consecuencia, “Salib al-Turkman” significa “tierra de los turcomanos”, alusión al grupo étnico históricamente presente en la región.
Una comunidad turcomana viva
La población de Salib al Turkman está integrada principalmente por turcomanos sirios, quienes, además del árabe, conservan su idioma ancestral: el turcomano, derivado del otomano y transmitido mayoritariamente de forma oral. Esta herencia lingüística y cultural se percibe como un deber y un orgullo comunitario.
Un pueblo trabajador
La comunidad turcomana local se caracteriza por su ética del trabajo y su saber hacer en oficios manuales. Son ampliamente reconocidos en la región por su habilidad en la construcción y otros oficios especializados, convirtiéndose en una presencia constante y confiable en Latakia, donde se les asocia con obras de calidad y eficiencia.
Expansión y conexión regional
El crecimiento urbano ha llevado a que Salib al Turkman se integre casi físicamente con las localidades vecinas. Su acceso principal es a través de la carretera hacia Kasab, pasando por Al Shabtaliyah. A una altitud de 90 metros sobre el nivel del mar, disfruta de un entorno mediterráneo ideal tanto para el turismo como para la vida cotidiana.
Salib al Turkman representa, más allá de un punto en el mapa, un símbolo de convivencia entre naturaleza e identidad cultural: un lugar donde el mar, la montaña y la memoria se entrelazan, con una comunidad orgullosa de su herencia y con la mirada puesta en el futuro.
Por Esraa Dubian/ rsh





