Damasco, SANA
Con sus tres minaretes, la Gran Mezquita de los Omeyas es un testigo histórico y arquitectónico de la majestuosidad de la capital, Damasco.
Los minaretes de esta gran obra arquitectónica se asociaron históricamente con todas las etapas islámicas, comenzando desde la conquista islámica a través del imperio Omeya cuya capital era Damasco, hasta la era Abasí.
Según el documentalista y profesor de historia de Arquitectura islámica, Muhammad Moataz Al-Sibini, explicó que los minaretes desempeñaban un papel cultural, espiritual y religioso.
A través de los mismos, se realizaba, y aún hoy en día, el “llamado a la oración”, que se oía en toda la ciudad, gracias a la altura de los mismos.
Señaló que los tres minaretes tienen nombres y alturas diferentes y que la construcción de cada uno de ellos pertenece a un período histórico distinto.
La Mezquita de los Omeyas es la más importante de Siria y una de las más antiguas y grandes del mundo. Fue construida por el califa omeya al-Walid I en el año 705.
Es símbolo de la convivencia entre religiones, pues aún conserva la tumba de Juan Bautista, mientras se mantienen intactas las ruinas del templo y de la catedral sobre la cual fue construida.
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