Damasco, 26 nov (SANA) Los palestinos de la Franja de Gaza enfrentan una nueva crisis humanitaria marcada por el frío y las lluvias invernales. Miles de civiles sobreviven en tiendas de campaña deterioradas que apenas ofrecen protección, tras la destrucción de viviendas e instalaciones públicas como consecuencia de la agresión israelí que continúa pese al cese el fuego alcanzado el 10 del pasado mes.
Sin sistemas de alcantarillado y con temperaturas que descienden hasta los cinco grados centígrados por la noche, la población se expone al riesgo de ahogamiento, hambre y enfermedades.
Ayuda insuficiente frente a enormes necesidades
Los informes de campo señalan que la asistencia humanitaria no alcanza a cubrir las necesidades mínimas. Hasta ahora han ingresado en Gaza menos de 5.000 camiones de los 15.600 previstos, apenas un 30 %.
Las restricciones impuestas limitan el promedio diario a 200 camiones, frente a los 600 estipulados en el protocolo humanitario para garantizar alimentos, medicinas y combustible.
Esta enorme escasez refleja la continuación de la agresión israelí mediante el uso de la hambruna como arma, contra una población que se enfrenta a duras condiciones como frío, hambre y enfermedades.
Niños en riesgo extremo
El UNICEF alertó que los niños de Gaza sufren una caída del sistema inmunitario debido a la escasez de alimentos, lo que convierte el invierno en una amenaza mortal ante la falta de refugio y calefacción.
Imágenes difundidas muestran a menores con ropa empapada caminando entre charcos en campamentos inundados. Según el New York Times, más de un millón de palestinos corren el riesgo de enfermarse por la falta de tiendas y materiales de refugio, mientras que Save the Children denunció que miles de niños duermen en el suelo, entre aguas residuales.
Lluvias e inundaciones agravan la crisis
Una tormenta reciente provocó lluvias torrenciales que inundaron campamentos y destruyeron parcialmente viviendas, afectando a más de 740.000 personas, según la OCHA.
La OMS advirtió que las condiciones actuales —lluvias, fuertes vientos, medio millón de toneladas de desechos y refugios endebles— podrían desencadenar brotes generalizados de enfermedades.
Restricciones a la ayuda humanitaria
Las autoridades israelíes continúan bloqueando la entrada de materiales esenciales para refugios, mientras permiten cargamentos comerciales de bajo valor nutricional, como refrescos y chocolate.
Al mismo tiempo, se impide el acceso de misiones humanitarias con tiendas de campaña y alimentos a través del cruce de Karam Abu Salem, lo que agrava aún más la situación de la población civil.