Washington, 22 nov (SANA) La reunión sostenida la noche del viernes en la Casa Blanca entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el alcalde electo de Nueva York, Zahran Mamdani, abrió un nuevo capítulo en la ya singular dinámica política del país.
Tras un período marcado por la confrontación verbal, ambos optaron por un tono conciliador y expresaron su disposición a identificar “puntos en común” orientados a mejorar la vida de los neoyorquinos y promover la prosperidad de la ciudad.
Diálogo cordial tras meses de tensión
Según informó el diario estadounidense The Hill, el encuentro transcurrió en un ambiente distendido. Trump intervino en varias ocasiones para respaldar a Mamdani ante preguntas consideradas hostiles por parte de la prensa acreditada, e incluso llegó a referirse a él con un tono calificado como “paternal”.
Esa actitud generó interrogantes sobre el futuro de la relación entre dos figuras ubicadas en polos políticos opuestos y sobre el balance de beneficios y pérdidas tras la anterior etapa de hostilidad.
Mamdani, principal beneficiado
De acuerdo con analistas políticos, el mayor beneficiado fue el propio Mamdani. Para el alcalde electo, de 34 años, la reunión constituyó un éxito al permitirle establecer espacios de coincidencia con el mandatario sin ceder en principios fundamentales.
Asimismo, las advertencias previas de Trump, que incluían la posible retención de fondos federales o el despliegue de la Guardia Nacional en la ciudad, parecen haber quedado descartadas por el momento. El discurso hacia Mamdani también experimentó un giro notable. Durante meses, sectores políticos y mediáticos trataron de presentarlo como una “amenaza para los valores establecidos”, narrativa a la cual el propio Trump había contribuido.
Sin embargo, en la antesala y durante la reunión, el mandatario flexibilizó su postura. “Cuanto mejor le vaya, más feliz seré”, declaró ante los medios. Al ser consultado sobre si se sentiría cómodo viviendo bajo la administración de Mamdani, afirmó: “Sí, sin duda, especialmente después de esta reunión”.
Mamdani, por su parte, mantuvo su caracterización crítica del presidente, aunque subrayó: “Pueden existir diferencias ideológicas, pero lo esencial es el trabajo por una Nueva York accesible para todos”.
Republicanos a la defensiva
El encuentro, convertido por Trump en un acontecimiento mediático de primer orden, sorprendió por su carácter conciliador hacia quien había sido descrito como un “enemigo ideológico”. Con ello, el presidente desplazó a los líderes republicanos del Congreso, considerados por observadores como los grandes perdedores de la jornada. Estos habían insistido en presentar a Mamdani como un “extremista peligroso”, narrativa que Trump desestimó al afirmar: “Conocí a un hombre muy razonable. Conocí a un hombre que realmente quiere que Nueva York vuelva a ser grande”.
Las palabras del mandatario constituyeron un revés para los planes del Partido Republicano, que aspiraba a intensificar una campaña de descrédito contra el alcalde electo de cara al próximo año. También contravinieron las estrategias de algunos medios conservadores, como Fox News, que horas antes difundió un gráfico bajo el título “Enfrentando el socialismo”, sin prever el tono constructivo del encuentro.
¿Ganará Nueva York con este acercamiento?
Especialistas señalan que, más allá de la repercusión mediática, la reunión podría traducirse en beneficios concretos para la ciudad. La posibilidad de cooperación entre Trump y Mamdani parece haber aumentado, aspecto crucial tras las amenazas previas del Ejecutivo de recortar cerca de siete mil millones de dólares en fondos federales.
La afirmación del presidente de que ambas partes “trabajarían juntas” por el bienestar de la ciudad más poblada del país abre la puerta a un eventual alivio de tensiones institucionales, expectativa que muchos neoyorquinos observan con atención. La amplia cobertura otorgada al encuentro confirma, según analistas, que se trató de un acontecimiento político de gran relevancia.
Zahran Mamdani obtuvo la victoria en las elecciones de noviembre de 2025 y está previsto que asuma oficialmente el cargo de alcalde de Nueva York el 1 de enero de 2026.
sm/ahs