Jartum, 30 oct (SANA) La ciudad de El Fasher, la más grande de la región de Darfur, oeste de Sudán, enfrenta una catástrofe humanitaria tras caer completamente bajo control de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), tras más de 500 días de asedio y la retirada del Ejército sudanés.
El conflicto dejó miles de muertos y decenas de miles de desplazados en condiciones extremas.
La Comisión Sudanesa de Ayuda Humanitaria informó que más de 2.000 civiles, en su mayoría mujeres, niños y ancianos, fueron asesinados en los últimos dos días en ejecuciones sumarias y ataques a hospitales y refugios, mientras varios médicos y voluntarios fueron secuestrados por milicias de las RSF, dirigidas por Mohamed Hamdan Dagalo.
“Lo que está ocurriendo en El Fasher es indescriptible y constituye un crimen de lesa humanidad en toda regla”, declaró la comisionada interina de Ayuda Humanitaria, Mona Nour El-Daim Hassan.
Agregó que los civiles “están siendo atacados cuando intentan huir de la ciudad” y que a los equipos de socorro “se les impide cumplir con su deber”.
La OMS confirmó el ataque al único hospital operativo en la ciudad, donde murieron miembros del personal médico y se suspendieron los servicios de salud.
También alertó sobre la desnutrición y propagación de enfermedades entre los civiles atrapados, y subrayó que más de la mitad de la población sudanesa padece inseguridad alimentaria aguda.
Según el ACNUR, unos 260.000 civiles permanecen atrapados sin alimentos, medicinas ni rutas seguras, mientras 26.000 lograron huir en los últimos días en condiciones críticas.
sm