Washington, 20 oct (SANA) El enviado especial de Estados Unidos para Siria, Thomas Barrack, hizo un llamado al Congreso para que apruebe la derogación de la Ley César para la protección de los civiles en Siria, y seguir la decisión previamente adoptada por el Senado.
Según Barrack, esta medida representaría un paso crucial para facilitar la recuperación económica y acelerar el proceso de reconstrucción nacional en Siria.
El Senado da el primer paso hacia el cambio
En un comunicado publicado a través de su cuenta oficial en la red social X, Barrack dijo que el Senado ya ha demostrado “visión estratégica” al aprobar la derogación de la ley.
Estas sanciones, que cumplieron su propósito moral contra el régimen de Bashar Al-Assad, ahora están asfixiando a una nación que lucha por reconstruirse, enfatizó.
Agregó que el Congreso debe seguir el ejemplo del Senado y restaurar el derecho del pueblo sirio al trabajo, el comercio y la esperanza”, afirmó Barak.
“La Ley César cumplió una función moral y política en su momento, pero hoy está sofocando a una población que lucha por volver a levantarse. Es hora de restaurar el derecho de los sirios al trabajo, al comercio y a la esperanza”, escribió el diplomático.
Un nuevo contexto político en Siria
Asimismo, señaló que, desde la formación de un nuevo gobierno el 8 de diciembre de 2024, el país ha dado señales claras de apertura y reconciliación, reanudando canales diplomáticos con países vecinos como Türkiye, Arabia Saudita, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos, así como con varias naciones occidentales.
Barrack recordó que la Ley César, aprobada en 2019, fue una medida necesaria para frenar abusos, congelar activos ilícitos y enviar un mensaje político claro durante una etapa crítica durante la guerra siria . No obstante, afirmó que las circunstancias actuales requieren una revisión integral de las políticas de sanciones.
El enviado subrayó que el nuevo enfoque de Washington hacia Siria “no es un acto de caridad”, sino una estrategia orientada a movilizar capital e inversión privada para rehabilitar infraestructura crítica como redes eléctricas, sistemas de agua potable, escuelas y hospitales.
“Continuar con las sanciones significa castigar a maestros, agricultores, médicos y comerciantes, precisamente quienes deben liderar la reconstrucción. Levantar estas medidas no es un gesto simbólico, sino una necesidad estructural”, puntualizó.
El diplomático instó que la derogación de la Ley César no significa olvidar el pasado, sino reescribir el futuro. Es momento de sustituir el lenguaje de la venganza por el de la renovación.
“Siria, tras años de guerra y fragmentación, simboliza la capacidad de resiliencia de toda la región. No puede haber una paz duradera mientras una de las civilizaciones más antiguas del mundo permanece en ruinas”, concluyó.
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