Lisboa-Madrid, 8 sep (SANA) Los incendios forestales volvieron a azotar Portugal y España, movilizando a cientos de bomberos que trabajan intensamente para controlar las llamas y evitar que alcancen zonas habitadas.
Según informó el portal europeo “Euractiv”, las autoridades de Protección Civil de Portugal señalaron que el incendio más significativo se originó en la región de Seia, ubicada en el centro del país.
Allí se han desplegado 600 bomberos para combatir el fuego, intensificado por los fuertes vientos. Además, varias carreteras han tenido que ser cerradas y se ha detenido a una persona sospechosa de haber provocado los incendios.
En España, las autoridades han adoptado medidas preventivas en la localidad de Castromel, situada en el noroeste del país. Esto ocurre tras el estallido de incendios en una zona cercana que ya había sufrido graves daños el pasado mes de agosto por una serie de episodios similares.
Estos nuevos incendios llegan pocos días después de que España levantara el estado de alarma, decretado durante semanas tras una devastadora ola de fuego que dejó un saldo de cuatro víctimas mortales y arrasó más de 300.000 hectáreas de bosques y tierras de cultivo.
Este evento se ha convertido en uno de los desastres ambientales más graves registrados en el país en los últimos años.
Por su parte, los incendios ocurridos en Portugal durante el mes de agosto también tuvieron consecuencias devastadoras, con la pérdida de cuatro vidas humanas y la destrucción de aproximadamente 254.000 hectáreas, cifras que no se veían desde el trágico año 2017.
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