Damasco, 8 dic (SANA) El 8 de diciembre de 2024 se ha consolidado como una fecha de profundo significado para miles de sirios que, un año después del colapso del antiguo régimen, conmemoran el cierre de un periodo ampliamente documentado por organizaciones internacionales por sus abusos sistemáticos, violaciones de derechos humanos y profundas afectaciones sociales y económicas.
La jornada reunió reflexiones sobre el sufrimiento acumulado durante décadas y sobre los esfuerzos actuales por reconstruir un país devastado institucionalmente.
Una conmemoración que revive heridas y abre espacios de memoria
Para muchos sirios, el aniversario no se limita a un acto político, sino a un ejercicio de memoria colectiva. En las calles de Damasco y en otras ciudades, las conmemoraciones estuvieron marcadas por testimonios de familiares de desaparecidos, expresiones culturales y discursos centrados en el derecho a la verdad y a la justicia.
La fecha simboliza la transición desde un periodo caracterizado por la represión política, restricciones a libertades fundamentales, crisis económicas prolongadas y fragmentación social, hacia un proceso de reformas que busca atender las consecuencias humanas y estructurales que dejó el régimen anterior.
Décadas de violaciones documentadas y una sociedad al borde de destrucción
Diversos informes de la ONU y organizaciones de derechos humanos describieron el antiguo sistema de gobierno como altamente centralizado y sostenido por aparatos de seguridad implicados en detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, restricciones a la libertad de expresión y prácticas sistemáticas de represión. Estas condiciones se agravaron durante los años de guerra , afectando profundamente la vida cotidiana y rompiendo el tejido social de amplias zonas del país.
La prolongada crisis económica marcada por el colapso de servicios públicos y el deterioro institucional contribuyó a aumentar el malestar social, alimentando una movilización ciudadana que, con el tiempo, hizo insostenible aguantar las políticas del régimen anterior.
En este contexto surgió la denominada “Disuadir de la Agresión”, una fase en la que actores civiles, funcionarios estatales y sectores del ejército se negaron a seguir aplicando medidas represivas contra la población, creando una grieta que aceleró el declive político del antiguo gobierno.
El día que marcó el fin de una era negra
El 8 de diciembre de 2024 se presentó como la culminación de un proceso de deterioro interno del régimen. Según especialistas consultados entonces, la pérdida de apoyo popular, la corrupción interna, las luchas entre facciones y la presión social creciente precipitaron el colapso político.
Miles de los sirios salieron a las calles aquel día para expresar alivio, esperanza y, en muchos casos, duelo por las vidas perdidas y los años de sufrimiento acumulado. La jornada fue interpretada por amplios sectores sociales como el inicio de un proceso de regeneración nacional.
Reconstrucción de un Estado afectado por décadas de violaciones
En el año posterior al cambio político, el gobierno transitorio ha centrado sus esfuerzos en la reactivación de instituciones y en la recuperación de servicios esenciales. La reanudación de actividades administrativas estuvo acompañada de planes para estabilizar sectores críticos ,incluidos electricidad, agua y transporte y de iniciativas para revitalizar la producción local y reducir prácticas monopolísticas.
Organizaciones civiles destacaron, entre los avances, la puesta en marcha de reformas destinadas a fortalecer el sistema judicial, promover la reconciliación social y abordar violaciones del pasado mediante mecanismos de transparencia y rendición de cuentas.
Diplomacia y reintegración externa
En el ámbito internacional, Siria recuperó relaciones con países de la región y participó nuevamente en foros multilaterales. Estos esfuerzos buscan atraer cooperación económica, negociar el levantamiento de sanciones y facilitar inversiones destinadas a la reconstrucción.
Diplomáticos consultados subrayaron que la nueva política exterior del país se apoya en principios de respeto al derecho internacional y en la voluntad de recomponer vínculos deteriorados durante años.
Un futuro abierto, con desafíos enormes
Aunque el país sigue enfrentando retos significativos como la reconstrucción económica, la seguridad, el retorno de desplazados y la sanación de las heridas sociales, analistas consideraron que este primer año ha mostrado avances en estabilidad institucional y en la recuperación de la confianza pública.
Para muchos sirios, la conmemoración del 8 de diciembre es tanto un recordatorio del sufrimiento que vivieron bajo el antiguo régimen como un llamado a no repetir los abusos documentados durante décadas. También es una oportunidad para reafirmar el compromiso con un futuro basado en la justicia, la participación ciudadana y el respeto a los derechos humanos.
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