Gaza, 27 oct (SANA) Naseem, un palestino de 30 años, ha regresado a Gaza después de dos años de cautiverio en un centro de detención israelí, donde estuvo recluido sin cargos ni contacto con el exterior. Su anhelo de reunirse con su esposa e hijos se ha convertido en una pesadilla, ya que al volver a casa descubrió que toda su familia había sido asesinada y su hogar destruido.
Arrestado en diciembre de 2023 en un puesto de control del ejército israelí, Naseem formaba parte de un grupo de 1.700 palestinos liberados en un intercambio de prisioneros, en el marco de un acuerdo de alto el fuego negociado por Donald Trump. Sin embargo, su regreso fue marcado por la tragedia.
“La imagen de mi familia nunca se ha borrado de mi mente. Mi principal pensamiento cuando fui liberado fue reunirme con ellos. Pero ahora ese reencuentro es un espejismo”, dijo en una entrevista.
La devastación en Gaza
De su familia, solo le queda su hija de cuatro años. “Mi esposa, mi hijo, mis dos hijas y mi suegra, todos fueron asesinados. Soy prisionero de mi dolor”, lamentó. En medio de la euforia que siguió al acuerdo de alto el fuego, los palestinos de Gaza comenzaron a comprender las devastadoras consecuencias del bombardeo israelí, que ha dejado más de 67.000 muertos, según las autoridades locales, y ha arrasado vastas áreas de la región.
Al igual que Naseem, muchos liberados se encontraron sin un lugar al que regresar. El medico Bilal al-Masri, quien estuvo detenido sin culpa desde diciembre de 2024 tras el asalto al Hospital Kamal Adwan, volvió a un barrio en ruinas y relató haber sufrido pesadillas por los abusos que presenció. “Regresé libre a un país cautivo, sin hogar, sin hospital ni vida. Los gritos de los detenidos se oían por la noche”, afirmó.
Denuncias de abusos y torturas
El acuerdo de Trump estipulaba que Hamás liberaría a los 48 rehenes israelíes restantes, tanto vivos como muertos, capturados durante la ofensiva del 7 de octubre. A cambio, Israel liberó a aproximadamente 2.000 palestinos y cientos de cadáveres de palestinos. Se estima que todos los palestinos arrestados en Gaza desde octubre de 2023 fueron detenidos bajo la controvertida ley israelí de “Combatientes Ilegales”, que permite la detención indefinida sin cargos y ha sido criticada por violar el derecho internacional.
Los liberados han denunciado abusos y torturas, así como ejecuciones sumarias en centros de detención. Patólogos forenses de Gaza han compartido imágenes de más de 160 cadáveres devueltos tras su detención, algunos de los cuales presentaban signos de tortura. Ahmed Dahir, director de medicina forense del Hospital Nasser, indicó que muchos cuerpos llegaron desnudos, con muñecas y tobillos atados, y evidencias de tortura.
La lucha por la reconstrucción
Investigaciones sobre el trato a detenidos palestinos en cárceles israelíes han revelado pruebas de malos tratos y violencia sexual, con algunos falleciendo bajo custodia en los últimos dos años. Majdi Al-Darini, un padre de cinco hijos, relató haber sido sometido a severas palizas y haber presenciado una ejecución durante su arresto en un punto de distribución de ayuda humanitaria.
El médico egipcio, que ha estado detenido sin cargos desde diciembre de 2024, fue uno de los siete médicos liberados en virtud del acuerdo. La organización palestina Health Workers Watch informó que 115 profesionales médicos palestinos siguen detenidos sin delito, incluido Hussam Abu Safia, director del hospital. Además, Israel retiene los cuerpos de cuatro médicos que murieron en cautiverio.
La organización Médicos por los Derechos Humanos denunció que Israel perpetró ataques deliberados contra el personal médico y el sistema de salud de Gaza.
Otro exdetenido, Saad, de 37 años, corroboró estos relatos de tortura y maltrato.
Al regresar a Gaza, Saad se enteró de que decenas de miembros de su familia habían sido asesinados. “Sentí como si hubiera salido de una prisión para entrar en otra, más grande. Gaza se ha vuelto inhabitable hoy. La magnitud de la destrucción supera nuestra capacidad de soportar”, expresó.
Ahora, los médicos en Gaza enfrentan la ardua tarea de identificar los cuerpos de los palestinos capturados por Israel. Para Naseem y cientos de personas como él, el proceso de reconstruir sus vidas destrozadas ha comenzado. “Mi corazón está lleno de una tristeza infinita. Liberarse de la pérdida de seres queridos no es libertad, sino el regreso a un dolor más severo que el cautiverio mismo”, concluyó.
Por Watfeh Salloum
Con información de INDEPENDENT ARABIA