Damasco, 26 oct (SANA) El aeropuerto militar de Mezzeh, situado a poco más de cinco kilómetros del centro de la capital siria, se quedó grabado en la memoria de los sirios omo símbolo de un capítulo oscuro de la historia del país. Durante décadas, la instalación funcionó como uno de los centros de detención y tortura más herméticos del régimen de Hafez Al‑Assad y su hijo Bashar Al‑Assad, albergando desapariciones forzadas y ejecuciones sistemáticas.
El recinto, que en los años 80 fue adaptado en prisión y campo de ejecuciones, se encontraba bajo una estricta zona de exclusión residencial, acordada por orden del antiguo régimen.

Hacia una transformación civil
A pesar de su pasado represivo, el aeropuerto de Mezzeh entra ahora en una fase de profunda transformación. Según declaraciones de Omar Al-Husari, director de la Autoridad de Aviación Civil Siria, formuladas durante el Foro de Inversión Sirio Saudí, el sitio se reconvertirá en una infraestructura civil con capacidad para 30 millones de pasajeros anuales.
En el marco del citado foro, en el cual participaron 130 empresarios saudíes y autoridades del Reino de Arabia Saudita, se firmaron memorandos de entendimiento valorados en aproximadamente 6 mil millones de dólares en presencia del presidente sirio Ahmad Al-Sharaa.
El legado de represión y la realidad actual
Organismos de derechos humanos como la Centro Sirio para la Justicia y la Rendición de Cuentas documentó que el Aeropuerto funcionó como un pilar para la maquinaria de desapariciones y ejecuciones extralegales del régimen.
Los testimonios de supervivientes relatan torturas físicas y psicológicas sistemáticas, fusilamientos por escuadra y enterramientos clandestinos en terrenos del aeródromo.
Grave impacto humano
Un informe del referido Centro y de la Asociación de Detenidos y Personas Desaparecidas de “la Prisión de Sednaya” documentó que más de 28,000 personas, entre hombres, mujeres y niños, fueron detenidas en el aeropuerto, donde al menos 1,000 fallecieron bajo torturas, falta de atención médica y condiciones inhumanas.
Miles fueron ejecutados tras juicios militares simulados en hangares del recinto.
Por Watfeh Sallom