Washington, 20 sep (SANA) Damasco mantiene una diplomacia activa en un momento delicado para la seguridad de la región en general, y de Siria en particular. Desde París hasta Washington, y luego Bakú, las recientes acciones diplomáticas sirias reafirman su apertura al mundo y su compromiso con abordar los temas más sensibles para la estabilidad regional.
En este contexto, la visita del ministro de Asuntos Exteriores sirio, Asaad Hassan Al-Shaibani, a Washington marca lo que muchos describen como un punto de inflexión positivo en las relaciones entre Siria y Estados Unidos, especialmente ante los signos reales de acercamiento entre ambas partes.
La visita, la primera de un canciller sirio a Washington en 25 años, ha sido considerada por analistas y observadores como un hito en el proceso de restablecimiento de relaciones bilaterales.
Sin duda, esta visita proyecta una nueva imagen del Estado sirio, que ha seguido una política exterior constructiva desde que asumió el poder hace poco más de nueve meses, con el objetivo de establecer relaciones basadas en la defensa de los intereses nacionales y la independencia en la toma de decisiones.
La presencia de Al-Shaibani en Washington tuvo lugar como parte del seguimiento de conversaciones previas con autoridades estadounidenses sobre diversos temas, en particular el levantamiento de las sanciones impuestas a Siria. La visita también tiene implicaciones simbólicas de restablecimiento de la confianza entre ambos países.
Durante su estancia, el ministro sirio sostuvo reuniones con altos funcionarios estadounidenses, incluyendo miembros del Senado y la Cámara de Representantes, así como con el subsecretario de Estado, Christopher Landau. Estos encuentros ofrecieron a los responsables políticos estadounidenses una visión directa sobre la situación real en Siria.
Un momento destacado de la visita fue el izamiento de la bandera siria, con sus tres estrellas rojas, en la sede de la embajada siria en Washington, reabierta once años después de su cierre debido a las políticas del régimen anterior y la guerra desatada contra el pueblo sirio. Este acto marcó simbólicamente el inicio de una nueva etapa diplomática.

La visita de Al-Shaibani antecede, por pocos días, a la del presidente Ahmad al-Shara, quien participará en el 80º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Está previsto que el presidente pronuncie su primer discurso ante el foro mundial, el primero de un jefe de Estado sirio desde 1967.
Según diversos observadores, esta secuencia de acontecimientos representa un paso histórico que devuelve a Siria a la escena internacional, con el potencial de desempeñar un papel clave a nivel regional y global.
Fuentes cercanas al proceso diplomático señalan que la visita de Al-Shaibani podría contribuir a destrabar varios asuntos clave, entre ellos un posible acuerdo de seguridad con Israel que garantice la soberanía y la integridad territorial de Siria. También se mencionan avances en la implementación de los acuerdos sobre el noreste del país, así como la hoja de ruta anunciada recientemente para resolver la crisis en Sweida.
En definitiva, la visita de Al-Shaibani a Washington refleja la voluntad de Siria de abrir un nuevo capítulo en su relación con Estados Unidos, mediante un diálogo directo centrado en intereses comunes en los ámbitos político, de seguridad y económico, en beneficio del pueblo sirio.
rr