Hama, 29 dic (SANA) La llanura de Al-Ghab, en el noroeste de Siria, se mantiene como una de las regiones agrícolas más estratégicas del país y un símbolo de la resiliencia de las comunidades rurales tras años de guerra.
Esta extensa planicie fértil se extiende principalmente por el oeste de la provincia de Hama, con prolongaciones hacia Idlib y Latakia, y es regada por el río Orontes (Al-Assi), cuyas aguas han sostenido durante décadas una intensa actividad agrícola.
Gracias a la riqueza de sus suelos, Al-Ghab es considerada un pilar de la seguridad alimentaria nacional.
La región se destaca por la producción de cereales, algodón, hortalizas y forrajes, además de cultivos estratégicos que abastecen los mercados locales y otras provincias.
Al-Ghab es uno de los graneros de Siria y un importante motor económico para miles de familias campesinas.
Tras la liberación en diciembre de 2024, Al-Ghab ha comenzado un lento proceso de recuperación después de retorno de miles de familias a sus hogares tras años de desplazamiento.
Hoy, Al-Ghab vuelve a ser vista como una pieza clave en los planes de recuperación y desarrollo de Siria, reflejando la determinación de sus habitantes de aferrarse a la tierra y de contribuir, desde el campo, al futuro del país.
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