Hama, 27 dic (SANA) Ibrahim Suleiman Al-Ali, un hombre ciego con doble amputación y discapacidad parcial en las manos, está decidido a cumplir una promesa que se hizo a sí mismo: regresar a su ciudad natal, Shizar, ubicada en la provincia de Hama, en silla de ruedas.
Al-Ali, quien había estado desplazado en los campos del norte de Siria tras la liberación del país, inició su viaje el 25 de diciembre y ha llegado hoy a las afueras de la provincia de Hama.
A pesar de las condiciones difíciles, al-Ali planea continuar su viaje hacia Shizar. En declaraciones a SANA, expresó su determinación de cumplir su promesa y subrayó que su discapacidad, producto de los bombardeos del régimen, no lo detuvo en su camino.
Al-Ali viajó desde el campamento de Al-Warda en Deir Hassan, en Idlib, donde pasó años desplazado debido a la guerra. Ahora, con la ayuda de una persona que lo acompaña, y con una ambulancia equipada para atender cualquier emergencia médica, continúa su travesía hacia su hogar en el noroeste de Hama.
El regreso de Al-Ali es mucho más que un simple viaje. Es un acto de resistencia y fortaleza, un símbolo de la voluntad inquebrantable del pueblo sirio para superar los estragos de años de conflicto, desplazamiento y sufrimiento.
A pesar de los desafíos físicos y emocionales, al-Ali no solo regresa a su hogar, sino que también representa la esperanza y el coraje de aquellos que, como él, luchan por reconstruir sus vidas y recuperar lo que les fue arrebatado.
Este gesto de determinación es una de muchas historias de sirios que, a pesar de las adversidades, siguen firmes en su deseo de regresar a sus tierras y contribuir a la reconstrucción de su país.
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