Damasco, 15 dic (SANA) La guerra en Siria dejó decenas de miles de heridos y amputados, mientras que minas y municiones sin detonar siguen causando nuevas víctimas.
Además, miles de sirios sufren amputaciones por accidentes y enfermedades crónicas como la diabetes, lo que hace urgente contar con centros especializados capaces de devolver la esperanza a quienes han perdido extremidades.

En este contexto, el Centro de Prótesis de la Dirección de Medicina Física y Rehabilitación del Complejo Médico Ibn al-Nafis, en Damasco, se ha consolidado como un espacio donde tecnología y compasión se unen para brindar a los pacientes la oportunidad de recuperar su movilidad y calidad de vida. El centro transforma los desafíos en oportunidades, devolviendo fuerza y confianza a quienes transitan su camino hacia la rehabilitación.
Servicios integrales y avanzados de rehabilitación

La supervisora de la Dirección de Medicina Física y Rehabilitación, Wafaa Kouki, explicó que la institución ofrece servicios completos de medicina y rehabilitación, enfocados especialmente en personas con discapacidad, como amputados y niños con dificultades de movilidad, con el objetivo de ayudarlos a retomar su vida normal.
Kouki recordó que la unidad de prótesis comenzó como un taller modesto con recursos limitados, pero ha experimentado un notable desarrollo, especialmente después de 2014, debido al aumento de amputaciones durante los años de la Revolución.
Destacó el apoyo del Ministerio de Salud y de organizaciones internacionales en el suministro de materiales y equipos, así como en ayudas para la movilidad de los pacientes.
Evaluación médica antes de la adaptación de la prótesis

La supervisora señaló que cada paciente es evaluado cuidadosamente mediante examen clínico, determinando el tipo y grado de amputación y su preparación en fisioterapia antes de adaptar la prótesis. Existen prótesis de silicona, con o sin bloqueo, y la elección depende de las necesidades y condiciones de cada paciente.
Kouki también mencionó los desafíos del centro, principalmente la limitación de espacio, la necesidad de áreas especializadas para el entrenamiento de la marcha y la escasez de personal, especialmente de técnicos protésicos, dado el alto número de pacientes atendidos.
Fabricación de prótesis: precisión y tecnología

Hussam Mansour, jefe del taller de prótesis, explicó que la fabricación de cada dispositivo sigue un proceso detallado: primero, un comité especializado evalúa al paciente y determina la prótesis adecuada; luego se toman medidas mediante un molde de yeso, considerando peso, edad, fuerza muscular y zonas de presión.
El proceso incluye la conformación del molde, el vaciado de resina, la fijación de componentes y el entrenamiento del paciente para caminar, así como la enseñanza del uso y cuidado de la prótesis.

Mansour destacó la incorporación de tecnologías modernas, como la máquina CAD/CAM 3D, que permite escanear el cuerpo del paciente y obtener un modelo en solo 12 minutos, reduciendo significativamente tiempo y esfuerzo. Los materiales, aunque costosos, se proporcionan de manera gratuita a los pacientes. También enfatizó la importancia del bienestar psicológico para facilitar la aceptación y adaptación a la prótesis.
Historias de esperanza

Riyad Al-Adhal, de 60 años, amputado por debajo de la rodilla debido a complicaciones de diabetes, relató su experiencia: “Al principio fue difícil, pero poco a poco me adapté y ahora puedo moverme, ser independiente y caminar por mí mismo. Gracias a Dios, puedo volver a caminar”. Con una sonrisa agregó: “Pensé que era imposible, pero la prótesis me permitió retomar mi vida”.
A pesar de los retos, el Centro de Prótesis del Complejo Médico Ibn al-Nafis continúa su labor humanitaria y médica, apoyándose en la experiencia y tecnologías modernas, y permanece como un ejemplo del compromiso del sector sanitario sirio para superar adversidades y brindar nuevas oportunidades de vida a quienes más lo necesitan.
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