Damasco, 7 dic (SANA) Desde el 8 de diciembre de 2024, Damasco dejó atrás su imagen de capital aislada y devastada por la guerra. La liberación ha revitalizado la ciudad, que se erige como un centro diplomático activo al recibir decenas de delegaciones árabes e internacionales.
Este cambio refleja el retorno de Siria a su entorno regional e internacional tras años de aislamiento.
Más de setenta delegaciones, entre actores árabes, internacionales y de la ONU, han visitado Siria y se han reunido con el presidente Ahmad Al-Shara. Estas visitas simbolizan el respaldo político y moral a una nación que avanza hacia una etapa crucial de su historia.
Los encuentros evidencian el interés de la comunidad internacional en reintegrar a Siria como actor clave en la región, más allá de la mera emergencia postguerra, hacia una participación activa y estable en el panorama regional e global.
La frecuencia de los encuentros entre el presidente Al-Shara y líderes y funcionarios de distintas latitudes señala una nueva fase de apertura política y diplomática.
Este proceso busca reconstruir la red de relaciones de Siria con sus vecinos y con actores internacionales, para situar al país en el centro de su entorno árabe y mundial. La apertura no se percibe como protocolo, sino como una estrategia de reinserción que fortalece la posición de Siria en el ámbito regional y global.
La era de la tiranía quedó atrás y ha comenzado una era de apertura y cooperación. Cada delegación que aterriza en el Aeropuerto Internacional de Damasco es testimonio del fin del aislamiento y de la entrada de Siria en una nueva etapa de equilibrio y colaboración, consolidando al país como un socio indispensable para forjar el futuro de la región. Cada visita a Damasco reafirma que la sangre de los mártires no fue en vano y que sus sacrificios han dado lugar a una nación libre que extiende su mano a todos.
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