Damasco, 12 oct (SANA) Las autoridades sirias, en coordinación con agencias de Naciones Unidas, debatieron hoy en esta capital, un plan de acción conjunto para enfrentar los efectos de la sequía, considerada la más grave en más de tres décadas, que afecta a millones de ciudadanos y sectores vitales como la agricultura, el agua y la salud.
El taller nacional, organizado por el Ministerio de Gestión de Emergencias y Desastres de Siria en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), estuvo centrado en definir medidas urgentes y a mediano plazo para mitigar las consecuencias de este fenómeno climático extremo.
Crisis hídrica y deterioro de la producción agrícola
Durante la apertura del encuentro, el titular del ramo, Raed al-Saleh, alertó que más de ocho millones de sirios se han visto directamente afectados por la sequía, incluidos cuatro millones en situación crítica, mientras que casi la mitad de la población enfrenta dificultades para acceder a agua potable.
“La producción nacional de trigo ha caído a su nivel más bajo en más de 60 años, con un déficit estimado en 2,7 millones de toneladas”, advirtió el ministro.
Añadió que esta situación pone en riesgo la seguridad alimentaria del país y exige una respuesta unificada, integral y realista, orientada al desarrollo sostenible y no solo a la asistencia humanitaria inmediata.
Cinco ejes estratégicos
Por su parte, la representante adjunta de la FAO para Programas y Proyectos en Siria, Haya Abu Assaf, explicó que el plan propuesto por Naciones Unidas contempla cinco ejes principales: producción agrícola y medios de vida; agua y energía; salud y nutrición; desarrollo de capacidades; y creación de un entorno propicio para la recuperación.
Abu Assaf destacó la necesidad de una coordinación estrecha entre el gobierno, organismos internacionales y actores locales para ejecutar acciones de corto, mediano y largo plazo.
El representante de la FAO, Piero Tommaso Peri, subrayó el rol de esa agencia en apoyar de forma inmediata a comunidades rurales mediante la provisión de semillas, agua e insumos esenciales, al tiempo que se fortalecen las capacidades locales de resiliencia y sostenibilidad.
Sectores clave bajo presión
Abeer Ashi, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), afirmó que el taller constituye una plataforma para armonizar esfuerzos en sectores estratégicos como agricultura, agua y energía. Indicó que el 88 por ciento del agua en Siria se destina al riego agrícola, lo que convierte a ese sector en el más afectado por la crisis hídrica.
Asimismo, Taher Al-Omar, el subdirector de la Dirección General de Agua del Ministerio de Energía, explicó que el país sufre un fuerte descenso en las reservas de agua superficial y subterránea debido a la escasez de lluvias. Precisó que el gobierno trabaja en planes de racionalización del consumo, mantenimiento de infraestructura y mejora de la distribución para enfrentar la emergencia.
Emergencia climática y seguridad alimentaria
Representantes de los Ministerios de Agricultura, Energía, Salud, Medio Ambiente y Administración Local, junto a expertos de la Autoridad de Teledetección y Meteorología, presentaron informes sobre los principales indicadores de sequía, que incluyen una reducción de precipitaciones superior al 50 por ciento en algunas regiones.
El Ministerio de Agricultura reportó una drástica caída en la producción de trigo y otros cultivos estratégicos, así como un deterioro de los medios de vida en zonas rurales. La cartera de Salud, por su parte, advirtió sobre el impacto de la crisis en la seguridad alimentaria y la nutrición, especialmente en comunidades con acceso limitado al agua potable.
El taller concluyó con el compromiso de intensificar los esfuerzos interinstitucionales y fortalecer las alianzas entre el Estado sirio, organismos internacionales y actores locales, con el objetivo de implementar un plan de respuesta nacional que permita enfrentar de manera efectiva la emergencia climática que atraviesa el país.
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