Um Hussein, madre del joven Hussein, reconoció entre los restos de al menos 170 personas el suéter de lana que su hijo vestía el día en que se perdió todo contacto con él, el 27 de febrero de 2014. El hallazgo confirma su martirio, tras años de búsqueda, incertidumbre y espera.
Damasco, 20 sep (SANA) Entre los restos hallados en una fosa común descubierta recientemente en la localidad de al-Otaiba, al este de Damasco, una madre logró identificar a su hijo, desaparecido desde hace más de una década durante los años más intensos del conflicto en Siria.
Una madre guarda el dolor de la pérdida de su hijo
Um Hussein, madre del joven Hussein, reconoció entre los restos de al menos 170 personas el suéter de lana que su hijo vestía el día en que se perdió todo contacto con él, el 27 de febrero de 2014. El hallazgo confirma su martirio, tras años de búsqueda, incertidumbre y espera.
Según relató la madre al corresponsal de SANA, Hussein desapareció tras intentar salir de Ghouta Oriental rumbo a Dumayr, junto con un grupo de personas que huía del asedio y la hambruna.
La ruta utilizada fue escenario de una emboscada, presuntamente organizada por fuerzas del depuesto régimen, en la zona de Al-Buhaira, donde se produjo una explosión que dejó decenas de víctimas.
Um Hussein recordó que, en 2011, su hijo le pidió que remendara una bandera de la revolución siria. “Madre, tocaste la bandera de la libertad. Ahora estás con nosotros”, le dijo en aquella ocasión. Desde entonces, la mujer ha vivido marcada por la esperanza de encontrarlo con vida, convencida durante años de que podría haber sido trasladado a un hospital o detenido en algún centro de reclusión.
Las autoridades identifican las víctimas
El fiscal de la zona rural de Damasco, el juez Muhammad Omar Hajar, confirmó el hallazgo de los restos humanos en una fosa común en Al-Otaiba, correspondientes a personas originarias de Ghouta Oriental y localidades cercanas, quienes habrían intentado huir de las condiciones extremas impuestas por el asedio. Las autoridades continúan trabajando en la identificación de las víctimas.
La madre exhortó a que se haga justicia por las víctimas de desaparición forzada y por quienes murieron en centros de detención, al tiempo que solicitó garantías de derechos para todos los desplazados y familias afectadas por años de violencia.
El hallazgo de esta fosa reabre heridas profundas en el país y vuelve a poner de relieve las violaciones cometidas durante el conflicto, que dejó un saldo devastador tanto en vidas humanas como en tejido social. El crimen de al-Otaiba, como ha sido denominado, permanece como un símbolo de los años más oscuros del conflicto sirio.
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