Yasser Jamal Al-Din, el director de la oficina de prensa en Dareya, explicó a SANA que el punto más crítico de la masacre se registró el 25 de agosto de 2012, con un saldo de 713 personas asesinadas, de las cuales 508 fueron identificadas por su nombre, mientras que 205 permanecen sin identificar.
Damasco, 24 ago (SANA) La ciudad de Dareya conmemoró la masacre de agosto de 2012, perpetrada por el depuesto régimen, con un acto simbólico que reunió a familias de mártires y sobrevivientes, en el Cementerio de los Mártires.
Este evento se llevó a cabo tras más de una década de silencio impuesto por el temor a la represión.
La conmemoración incluyó la instalación de una carpa simbólica y un mural interactivo donde las familias escribieron los nombres de sus seres queridos asesinados, reafirmando su derecho a la justicia y su negativa a olvidar uno de los crímenes más atroces que ha vivido la ciudad.
713 mártires y una fosa común convertida en símbolo
Yasser Jamal Al-Din, el director de la oficina de prensa en Dareya, explicó a SANA que el punto más crítico de la masacre se registró el 25 de agosto de 2012, con un saldo de 713 personas asesinadas, de las cuales 508 fueron identificadas por su nombre, mientras que 205 permanecen sin identificar.
Agregó que, debido al asedio, los residentes se vieron obligados a enterrar a los mártires en una fosa común, la cual fue destruida deliberadamente por el régimen en 2016, antes de que comenzaran las labores de restauración tras la liberación de la ciudad.

Testimonios dolorosos revelan la magnitud de la tragedia
La sobreviviente Khadija Hadla relató: “Veía los cuerpos de mis conocidos a cada paso, había cuerpos por todas partes”. Subrayó que las cifras oficiales no reflejan la verdadera magnitud de la tragedia, debido a la gran cantidad de personas desaparecidas.
Por su parte, Muayyad Habib, director del Centro de Enfoques para el Desarrollo Político, recordó cómo una bomba de barril cayó durante el funeral de un mártir, matando a otros dos y obligando a enterrarlos juntos. “Los mártires fueron asesinados más de una vez”, afirmó.

Hussein Abdul Wahab al-Hussein, quien regresó del exilio tras 12 años, describió los sentimientos del evento como una mezcla de “tristeza extrema y alegría extrema”.
Reveló que su hermano Marwan murió bajo prisión durante el antiguo régimen, que alegó un infarto como causa de muerte. Sin embargo, una fotografía suya apareció en los archivos de César, mostrando señales de tortura brutal.
Cabe recordar que, tras la masacre, Dareya sufrió un asedio asfixiante durante cuatro años, en los que se prohibió el ingreso de alimentos y medicinas. La ciudad fue blanco de bombardeos diarios con barriles explosivos y ataques aéreos, lo que destruyó su infraestructura y provocó el desplazamiento de decenas de miles de personas hasta 2016.










