Idlib, 14 sep (SANA) La región rural del sur de Idlib atraviesa una grave crisis ecológica y agrícola tras la pérdida masiva de árboles frutales, especialmente olivos, como resultado de una tala descontrolada que amenaza con transformar amplias zonas productivas en tierras semiáridas.
De acuerdo con declaraciones del director de Agricultura de Idlib, Mustafa Muwahhid, ofrecidas a la agencia siria SANA, se estima que en los últimos meses fueron talados alrededor de 1,5 millones de olivos, junto con 350 mil pistacheros y 100 mil higueras, una devastación que pone en jaque el equilibrio ambiental y la estabilidad económica de miles de familias campesinas.
Un patrimonio agrícola en riesgo
Los olivos, arraigados profundamente en la identidad cultural y la historia agrícola de Idlib, han sido especialmente afectados. Para muchos agricultores, la pérdida de estos árboles representa mucho más que una merma económica.
“Estos olivos eran el legado de mis abuelos y una fuente de vida para nuestras familias”, lamentó Ahmed Al-Bayur, campesino de la zona, quien calificó la destrucción como un atentado contra el patrimonio cultural de la región.
La producción de aceite de oliva y frutos secos, como los pistachos y los higos, forma parte esencial de la economía local, y su desaparición masiva podría tener efectos prolongados en la seguridad alimentaria y el sustento de comunidades enteras.
Impacto ambiental y búsqueda de soluciones
Expertos advierten que la tala indiscriminada no solo degrada el suelo y acelera la desertificación, sino que también altera el microclima y agrava los efectos del cambio climático en la región.
Sin cobertura vegetal, las tierras se vuelven más vulnerables a la erosión, reduciendo su fertilidad y dificultando su recuperación.
Frente a este panorama, Muwahhid subrayó la necesidad de un esfuerzo conjunto entre autoridades locales, organizaciones agrícolas y las propias comunidades para rehabilitar las tierras dañadas y proteger las áreas aún cultivables.
“Instamos a los agricultores a no rendirse. Con trabajo colectivo, Idlib puede volver a florecer”, afirmó.
No obstante, persiste la incertidumbre entre los residentes rurales, quienes claman por un mayor respaldo institucional para garantizar la seguridad de sus tierras y asegurar el retorno a una producción agrícola sostenible.
Urge el apoyo internacional
La situación en Idlib es una muestra de cómo los conflictos prolongados y la falta de regulación ambiental pueden derivar en crisis silenciosas pero profundas.
En este contexto, se hace cada vez más urgente que organismos internacionales de desarrollo rural y protección ambiental se sumen a los esfuerzos locales para evitar una pérdida irreversible del ecosist
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