Damasco, 31 oct (SANA) La riqueza musical del norte de Siria se entrelazó con las tradiciones kurdas y siríacas en una velada celebrada en el Teatro Dramático de la Ópera de Damasco, donde los sonidos del país resonaron en una armonía de culturas bajo el título “Melodías del Norte”.
El concierto reunió 12 canciones y piezas musicales que reflejaron la diversidad y la profundidad del patrimonio cultural sirio, demostrando que la música continúa siendo un lenguaje común capaz de unir regiones, pueblos y memorias.
Melodías que trascienden fronteras
La presentación se inauguró con el Conjunto Lamasat, representante de la región de Al-Yazira, que interpretó ritmos tradicionales con arreglos de Sayyah Abdel Aal. Las dos piezas iniciales, acompañadas por el daf (tambor de marco), envolvieron la sala en una atmósfera de raíces y nostalgia.
El público viajó luego por la herencia armenia y siríaca con el Coro Mar Ephrem, dirigido por Shadi Sarwa, que ofreció dos interpretaciones conmovedoras: la siríaca Tound Tayat y la armenia Kasab, ambas evocando siglos de historia compartida y convivencia cultural.
Del folclore de Afrin a Idlib
La velada continuó con canciones populares que retrataron la vida rural, el amor y las tradiciones del norte del país.
El folclore kurdo aportó un tono vibrante con Mem y Alan. La pieza evocó la belleza natural y espiritual del norte sirio, entre montañas, valles y leyendas transmitidas por generaciones.

Uno de los momentos más emotivos llegó con Touli Ya Layla, del artista Dhiab Al-Mashhour, interpretada por Abdul Wahab Al-Furati, que despertó un sentimiento colectivo de pertenencia y orgullo cultural.
A continuación, Shukri Subari interpretó Risala, con arreglos de Hadi Al-Masri, transmitiendo una profunda nostalgia, mientras Bahjat Srour regresó al escenario con Narina-Kojra, una canción kurda acompañada por un solo de clarinete que evocó los paisajes montañosos de las zonas kurdas sirias.
Una celebración de la diversidad cultural siria
El cierre de la velada estuvo a cargo de Alan Murad, quien interpretó la canción kurdo-siria Zulf-Zaynabeh, compuesta por Ayaz Yousef y Muhammad Ali Shaker. La obra, de ritmo ágil y emoción contenida, simbolizó la unidad entre las diversas expresiones musicales del país.

Los asistentes coincidieron en que la presentación fue una celebración de la diversidad cultural siria y una muestra del poder del arte para preservar la identidad nacional frente al paso del tiempo.
Más que un simple concierto, Melodías del Norte se convirtió en un mensaje de unidad y esperanza, donde cada nota recordó que Siria, en su pluralidad, sigue siendo una sola voz.
fm
