Idlib, 23 oct (SANA) En el centro de la ciudad de Idlib, cabecera de la provincia homónima, se levanta un emblema del legado histórico sirio: el Museo de Idlib, institución que resguarda miles de años de memoria humana y constituye uno de los centros arqueológicos y culturales más importantes del país.
El recinto, considerado un archivo viviente de las civilizaciones que florecieron en el territorio sirio, alberga valiosas colecciones que abarcan desde las tablillas cuneiformes del antiguo reino de Ebla hasta cerámicas islámicas y monedas de la época romana, lo que lo convierte en un testimonio de la riqueza cultural y del papel de Siria como cuna de civilizaciones y puente entre Oriente y Occidente.
El director del Departamento de Antigüedades de Idlib, Hassan al-Ismail, declaró a la agencia SANA que el museo es “una de las instituciones culturales más importantes del país”, pues refleja la sucesión de civilizaciones que poblaron el noroeste sirio desde la prehistoria hasta la era islámica. Añadió que constituye un pilar fundamental para la preservación de la memoria nacional y del patrimonio humano.
Fundación y ubicación
El Museo de Idlib fue inaugurado en 1989 como un centro científico y cultural destinado a resguardar y difundir el patrimonio arqueológico de la gobernación. Está situado al este de la ciudad y cuenta con salas interiores de exposición, además de espacios al aire libre donde se presentan piezas extraídas de yacimientos emblemáticos como Tell Mardikh (Ebla), Tell Mastouma y Tell Afes.
Joyas arqueológicas y civilizaciones representadas
Entre los fondos más notables del museo figuran las tablillas de arcilla halladas en el sitio de Ebla, datadas en torno al año 2400 a. C. y escritas en cuneiforme. Estos documentos, de carácter administrativo, comercial y diplomático, son considerados uno de los archivos más antiguos del mundo.
Las exposiciones del museo abarcan una amplia cronología que incluye el Neolítico, la Edad del Bronce, la Edad del Hierro, y los períodos Clásico, Griego, Romano, Bizantino e Islámico, evidenciando la continuidad cultural y el dinamismo histórico de Siria.
Centro de referencia científica y educativa
De acuerdo con Ismail, el museo se ha consolidado como referencia para investigadores en arqueología, escritura antigua y antropología. Antes de la guerra, desempeñó un papel clave en la educación patrimonial y en la formación cultural de las nuevas generaciones, mediante programas y actividades dirigidos a la comunidad.
Desafíos y restauración
El Museo de Idlib sufrió graves daños y saqueos durante los años de la guerra, en especial entre 2015 y 2018, cuando bombardeos destruyeron parte de su estructura oriental y permitieron el robo de algunas piezas. Sin embargo, fue restaurado y reabierto en 2018, albergando actualmente unas 20 vitrinas con objetos organizados por períodos históricos.
Informes internacionales han alertado sobre el contrabando de piezas arqueológicas sirias, ante lo cual las autoridades culturales locales e internacionales trabajan de manera coordinada para su recuperación, en defensa de la soberanía y el patrimonio nacional.
Símbolo de identidad nacional
El Museo de Idlib, con su historia y colecciones, constituye un símbolo de la identidad siria y de la resistencia cultural del país frente a la destrucción y el expolio. Su preservación, destacan las autoridades, forma parte esencial de los esfuerzos nacionales por reconstruir el Estado y fortalecer la conciencia histórica del pueblo sirio.
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