El yacimiento, estratégicamente situado a tan solo 800 metros de la desembocadura del Gran Río del Norte, ha sido objeto de exploración desde 2014. Las excavaciones han revelado múltiples niveles arqueológicos que abarcan desde la Edad del Bronce Media y Tardía hasta el periodo bizantino, aportando nuevas perspectivas sobre la ocupación humana en esta región costera.
Latakia, 20 oct (SANA) Tras una pausa de un año y medio, la misión arqueológica conjunta sirio-italiana reanudó sus trabajos de excavación, investigación y documentación en el sitio de Tel Al-Samhana, ubicado en la aldea de Al-Bassa, en la provincia costera de Latakia, al noroeste de Siria.
Un asentamiento rural de la Edad del Bronce Final
El director de la misión italiana, Lorenzo Alfonso, reveló que Tel Al-Samhana constituye un pequeño asentamiento rural que data de la Edad del Bronce Final, anterior al periodo Clásico. Su proximidad al histórico Reino de Ugarit uno de los centros urbanos más importantes del Levante antiguo, hace del sitio un punto clave para estudiar las dinámicas sociales, económicas y culturales de las comunidades agrícolas que florecieron fuera de los grandes núcleos urbanos.
“El proyecto busca arrojar luz sobre formas de vida poco documentadas en la arqueología de la región, mientras que Ugarit ha sido ampliamente excavado por misiones sirias y francesas, los pequeños asentamientos rurales como Tell al-Samhana han recibido hasta ahora escasa atención”, señaló Alfonso.
Un enfoque multidisciplinar para estudiar el pasado humano
Una de las principales innovaciones de esta temporada de trabajo es la incorporación de un equipo multidisciplinario de especialistas en arqueología, botánica, zoología y geología, que llevará a cabo un análisis detallado de los restos orgánicos hallados en el sitio. Esta estrategia permitirá reconstruir con mayor precisión el entorno natural, las prácticas alimentarias y los hábitos productivos de la población antigua.
Además, muestras de restos óseos humanos recuperadas durante las excavaciones han sido enviadas a la Universidad de Pavía, en Italia, para análisis genéticos de ADN antiguo. Los resultados contribuirán a comprender aspectos clave como la salud, la estructura demográfica y la organización social de la comunidad que habitó Tell al-Samhana.
Apoyo institucional y perspectivas de colaboración
Alfonso destacó la eficiencia de los procedimientos administrativos para la reanudación de los trabajos y expresó su gratitud a la Dirección General de Antigüedades y Museos de Siria (DGAM) por su apoyo continuo. También manifestó su satisfacción por el ambiente de cooperación y la positiva evolución de la situación local desde su última visita al país.
Por su parte, el arqueólogo Mohammed Radwan, representante del Departamento de Antigüedades en Latakia, destacó la importancia del regreso de la misión italiana como un impulso a la cooperación internacional en el ámbito del patrimonio arqueológico.
“Este tipo de proyectos no solo promueven el intercambio científico y cultural, sino que también abren el camino para el regreso de otras misiones extranjeras, como la misión francesa que tiene previsto reanudar pronto su trabajo en el sitio arquelogico de Ugarit”, comentó.
Hacia una comprensión más profunda del paisaje arqueológico costero
Además del trabajo de campo, la campaña incluye un programa de formación para estudiantes universitarios sirios y extranjeros, con el objetivo de capacitar a jóvenes investigadores en técnicas avanzadas de excavación, documentación y análisis arqueológico. Esta dimensión educativa refuerza el impacto a largo plazo del proyecto en la preservación del patrimonio sirio y en la formación de capital humano especializado.
El estudio de Tell al-Samhana, junto con otros sitios de la región, contribuirá a una visión más completa de los patrones de poblamiento, las redes de intercambio y las relaciones sociales entre los asentamientos costeros del norte de Siria en la antigüedad. La investigación se centra especialmente en las comunidades no élites, cuyos modos de vida han sido históricamente subrepresentados en los estudios arqueológicos tradicionales.
El yacimiento, estratégicamente situado a tan solo 800 metros de la desembocadura del Gran Río del Norte, ha sido objeto de exploración desde 2014. Las excavaciones han revelado múltiples niveles arqueológicos que abarcan desde la Edad del Bronce Media y Tardía hasta el periodo bizantino, aportando nuevas perspectivas sobre la ocupación humana en esta región costera.
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