Deraa, 22 ago (SANA) En la provincia siria de Deraa, aproximadamente a 100 kilómetros al sur de la capital Damasco, se encuentra la histórica ciudad de Bosra, una de las más antiguas e importantes del sur de Siria. Esta ciudad milenaria fue inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1980, convirtiéndose en el segundo sitio arqueológico sirio en obtener esta distinción, después de la Ciudad Vieja de Damasco.
Un testimonio de la grandeza romana en Oriente Medio
El mayor emblema de Bosra es su anfiteatro romano, una obra maestra arquitectónica que data del siglo II d.C. y que hoy en día se considera uno de los teatros antiguos mejor conservados no solo en Siria, sino en todo el Oriente Medio. Su estructura es monumental y demuestra la sofisticación de la ingeniería romana, tanto en diseño como en acústica y funcionalidad.
Orígenes históricos y contexto de construcción
Este impresionante teatro fue construido durante el reinado del emperador Trajano, alrededor del año 106 d.C., momento en que Bosra fue conquistada por los romanos. Antes de esta ocupación, la ciudad había sido la capital del reino de los árabes nabateos, una civilización que prosperó en la región antes del dominio romano.
El anfiteatro fue erigido sobre las ruinas de una fortaleza nabatea, lo que evidencia la superposición de culturas en la región. Se atribuye el diseño de este monumento al célebre arquitecto damasceno Apollodoro de Damasco, quien también es conocido por haber participado en grandes proyectos imperiales en Roma, como el Foro de Trajano.
Características arquitectónicas del teatro
Tallado en sólida piedra basáltica negra, típica de la región, el anfiteatro de Bosra refleja influencias del estilo helenístico, especialmente en la disposición semicircular de las gradas. Sus muros exteriores alcanzan una altura de aproximadamente 22 metros, lo que lo convierte en una estructura imponente y visible desde distintos puntos de la antigua ciudad.
El teatro podía albergar a más de 15,000 espectadores, y contaba con una compleja red de pasillos, gradas y accesos diseñados para facilitar el flujo del público. Su sistema acústico permite, hasta el día de hoy, que las voces en el escenario se escuchen con claridad sin necesidad de amplificación.

Uso posterior y estado actual
Durante siglos, el teatro fue protegido por una fortaleza medieval que lo rodeaba, lo que contribuyó en gran medida a su buena conservación. A lo largo del tiempo, esta fortificación ayudó a preservar la estructura original del teatro frente a desastres naturales y conflictos armados.
Hoy en día, el anfiteatro de Bosra es un símbolo del legado cultural de Siria y sigue siendo un punto de referencia tanto para historiadores como para turistas. Pese a los daños sufridos en años recientes debido al conflicto en la región, múltiples esfuerzos se han llevado a cabo para su conservación y restauración.
Un patrimonio invaluable para la humanidad
El anfiteatro de Bosra no solo es una maravilla arquitectónica, sino también un símbolo de la riqueza histórica y cultural de Siria. Su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial destaca su importancia global y la necesidad de protegerlo como testimonio de las civilizaciones que florecieron en esta región del mundo.
Con su majestuosidad intacta y su historia vibrante, este monumento continúa siendo una joya invaluable que conecta el pasado con el presente, y que sigue inspirando admiración en todo aquel que lo visita.









