Damasco, 20 nov (SANA) Aunque reconocida globalmente por su legado milenario, Damasco también exhibe un rostro contemporáneo que late con dinamismo, expansión urbana y vida cultural renovada.
La capital siria, una de las ciudades más antiguas habitadas de forma continua, combina hoy la memoria de sus calles tradicionales con un paisaje moderno en transformación.
Avenida Mezzeh: la columna vertebral de la Damasco moderna
La zona de Mezzeh constituye uno de los principales ejes de desarrollo de la ciudad contemporánea. Amplias avenidas, edificios gubernamentales, embajadas, universidades y modernos complejos residenciales caracterizan esta área, que funciona como un puente entre el casco histórico y las nuevas extensiones urbanas.
La Avenida de Mezzeh se destaca por su intensa actividad y su arquitectura más reciente, donde se mezclan torres de vidrio, centros de investigación, hoteles y nuevas zonas comerciales. Aquí también se encuentra la Universidad de Damasco, institución central en la vida cultural y académica del país.

Kafr Sousseh: expansión urbana y centros comerciales
Otra de las zonas que refleja el crecimiento moderno de la capital es Kafr Sousseh, conocida por sus avenidas arboladas, urbanizaciones de diseño contemporáneo y varios de los centros comerciales más importantes de la ciudad. El Damascus Cham Mall y otras áreas comerciales han contribuido a transformar esta parte de la ciudad en un punto de encuentro para jóvenes, familias y profesionales.
Además, Kafr Sousseh acoge sedes administrativas y el complejo del Ministerio de Asuntos Exteriores, símbolos del rol político que Damasco mantiene a nivel regional.
Baramkeh y la vida urbana joven
El distrito de Baramkeh se distingue por su ambiente juvenil, impulsado por la presencia de facultades, centros educativos y residencias estudiantiles. Cafeterías, librerías y espacios culturales conforman un paisaje urbano dinámico que contrasta con la solemnidad de los barrios más históricos.
En este sector se levantan también edificios modernos dedicados a la educación, la tecnología y las telecomunicaciones, que han crecido en función de las necesidades de una población cada vez más conectada.

Nuevos desarrollos y reconstrucción
En las últimas décadas, Damasco ha vivido distintas fases de expansión, planificación urbana y reconstrucción. Proyectos residenciales modernos, especialmente en los alrededores de Yaafour, Qudsaya y Dummar, han ampliado el alcance de la ciudad hacia las colinas del oeste. Estas áreas destacan por sus viviendas contemporáneas, zonas verdes y un estilo de vida más tranquilo, en contraste con el ritmo acelerado del centro.
A pesar de las dificultades derivadas de la guerra, la ciudad ha mantenido esfuerzos por revitalizar espacios urbanos, mejorar infraestructuras y fomentar la actividad económica y cultural.
Contrastes que definen una capital única
Lo que hace a Damasco particularmente singular es la convivencia cercana entre lo antiguo y lo moderno. A pocos minutos de rascacielos y avenidas con tráfico intenso, se extienden los zocos tradicionales, los patios de casas otomanas y los callejones de la Ciudad Vieja. Esta armonía entre tiempos distintos confiere a la capital un carácter irrepetible.
La Damasco moderna es, en esencia, una ciudad que se reinventa sin renunciar a su memoria. Sus nuevos barrios, instituciones académicas, centros culturales y espacios comerciales muestran la vitalidad de una urbe que, a lo largo de miles de años, ha sabido adaptarse, transformarse y conservar su identidad.
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