Hama, 13 oct (SANA) Cada otoño, en las aldeas de Masyaf, en el oeste de la provincia de Hama, las familias recuerdan con cariño una receta tradicional llamada Haboul, elaborada a base de higos secos y conocida por su sabor dulce y el ambiente familiar que la acompaña durante su preparación. Este dulce, transmitido de generación en generación, representa un símbolo del patrimonio culinario local.
El nombre de este platillo proviene del proceso de cocción al vapor del higo seco, que lo ablanda antes de convertirlo en masa.

La preparación comienza en el verano, cuando los higos se secan al sol en superficies limpias hasta convertirse en lo que se conoce como “cáscara de higo”. Posteriormente, se exponen al vapor colocándolos en un colador sobre agua hirviendo, cubiertos con un paño, lo que les da una textura suave característica.
Fadia Hamoud, una de las mujeres que aún elaboran el Haboul de forma artesanal, explica que este proceso tiene también un valor social: “Toda la familia participa, cada uno con un rol específico, en un ambiente de colaboración y alegría”.
Según Mahmoud Shaer, habitante de Masyaf, los métodos de preparación han evolucionado. “Antes, triturábamos los higos manualmente, envolviéndolos en tela. Hoy usamos molinos eléctricos que facilitan la tarea”, señala.
Una vez molida, la masa blanda se moldea a mano. Tradicionalmente se decoraba con cáscaras de trigo, pero ahora muchos le añaden nueces, almendras, sésamo o coco, dándole un toque moderno sin perder su esencia. De hecho, se ha vuelto un dulce habitual en celebraciones invernales y reuniones familiares.
Para Abir Mohammad, investigadora del folclore local, el Haboul es también un alimento saludable. “El higo es rico en azúcares, minerales y fibra, y al cocinarlo al vapor conserva todas sus propiedades sin necesidad de conservantes. Es una fuente natural de energía para el invierno”.
El Haboul surgió junto al cultivo del higo en la región, como una forma ingeniosa de conservar la fruta para los meses fríos. Hoy, sigue contando la historia del campo, el sol y el trabajo colectivo en cada bocado.
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