Tartus, 21 ago (SANA) En la provincia de Tartús, el olivo no es solo un cultivo agrícola, sino una tradición profundamente arraigada en la cultura local y una fuente vital de ingresos para miles de familias.

La recolección de las aceitunas es una labor colectiva que involucra a vecinos y amigos, quienes comparten tareas y celebran juntos el fruto del trabajo agrícola.
La sequía reduce la producción
Sin embargo, este año la cosecha no ha traído la alegría acostumbrada.
Hassan Hamadeh, director técnico de Agricultura de Tartus, explicó a SANA que la disminución en el rendimiento de los olivos se debe principalmente a la falta de las horas de frío necesarias para el desarrollo de los frutos.

Estas horas, que deberían oscilar entre 450 y 600 a temperaturas inferiores a 7°C, no se han alcanzado en la temporada actual. Además, los olivos presentan una fructificación irregular, fenómeno conocido como “vegetación alternada”, lo que también afecta el rendimiento.
Variedades de aceitunas y su expansión
A pesar de los desafíos climáticos, la variedad “Al-Duaibily” sigue siendo la principal en Tartus, representando el 65% de los olivos cultivados en la región. Esta variedad, junto con otras como Al-Khudrawi, Al-Safiri, Al-Maniqiri y Al-Khashabi Abu Shoka, se utiliza tanto para la producción de aceite de oliva como para el consumo directo.

Gracias a las condiciones climáticas favorables, Tartus se ha consolidado como el cuarto productor de aceitunas a nivel nacional, con aproximadamente 75.000 hectáreas dedicadas al cultivo del olivo.
Innovación para enfrentar las enfermedades y mejorar la producción
Desde 2015, la Dirección de Agricultura de Tartus ha implementado medidas para mejorar la resistencia de los cultivos a las enfermedades.
Entre estas iniciativas, se destacan dos nuevas variedades de olivo, Sukkari y Airouni, resistentes a la mancha ocular del pavo real, una de las principales amenazas para los cultivos. Estas variedades han sido distribuidas e injertadas en diversos campos de la región, con el apoyo de plántulas producidas en invernaderos propios de la Dirección de Agricultura, que se venden a los agricultores a precios subsidiados.
Aceite de oliva orgánico y prensas modernas
El aceite de oliva producido en Tartus es reconocido por su calidad, ya que es orgánico y libre de pesticidas.
La Dirección de Agricultura ha adoptado un enfoque de manejo integrado de plagas, que incluye campañas anuales de control de enfermedades como la mancha ocular del pavo real y la mosca del olivo.
Los agricultores reciben apoyo gratuito en forma de pulverizadores, combustibles y atrayentes para combatir estas plagas.
Además, Tartus cuenta con 244 prensas de aceitunas, de las cuales 95 operan con un sistema de pistón y 149 con métodos centrífugos, lo que refleja un avance significativo en la infraestructura de procesamiento del aceite de oliva y la modernización del sector.
Un futuro incierto pero lleno de esperanza
La situación de la aceituna en Tartus es un claro reflejo de los retos que enfrenta la agricultura en Siria debido a los efectos del cambio climático.
Aunque la sequía y otros factores amenazan la producción, las medidas adoptadas por la Dirección de Agricultura y los esfuerzos de los agricultores por diversificar las variedades de olivo y mejorar las prácticas de cultivo ofrecen esperanza para el futuro del sector. La aceituna sigue siendo un pilar económico y social fundamental para Tartus, y su preservación es crucial para garantizar la estabilidad y el bienestar de las comunidades rurales de la región.





