Damasco, SANA
La Cancillería siria ha enviado este jueves dos cartas idénticas a la ONU y el Consejo de Seguridad de la ONU para que pongan coto al sufrimiento de los vecinos de las localidades de Kafraya y al-Foa en la provincia de Idleb, que se encuentran bajo el cerco de los grupos terroristas.
En las cartas, la Cancillería hizo alusión a la situación inhumana y al sufrimiento diario que viven los habitantes de Kafraya y al-Foa asediadas por grupos terroristas que dependen de distintas organizaciones, y que impiden hace años el acceso de las ayudas humanitarias a estas localidades, y esto con un pleno silencio guardado por la ONU y sus organismos humanitarios.
Denunció que la situación catastrófica que viven más de siete mil civiles sirios asediados en una superficie que no supera los 10 km cuadrados, representa un cicatriz en el frente de la humanidad y los países occidentales que voltearon su espalda al sufrimiento de estos civiles, mujeres y niños en su gran mayoría, que se ven privados de sus necesidades más básicas como el agua potable y la comida, pues el lote del agua para una familia entera llega sólo a un medio litro cúbico que la debe servir por numerosos días.
Lo que más ha contribuido en agravar la situación humanitaria en estas localidades es la falta de la atención médica básica, sobre todo el suministro de vacunas necesarias para inmunizar a la gente, sobre todo los niños de las enfermedades trasmisibles y no transmisibles que han iniciado a propagarse debido a las condiciones de este asedio bárbaro, puntualizó.
Continuó que la comunidad internacional ha dejado a los habitantes de Kafraya y al-Foa bajo la merced de las organizaciones terroristas que laboran en el campo de Idleb, encabezadas por la del Frente de al-Nousra, y esto con un apoyo brindado por algunos regímenes y gobiernos conocidos. Así como lamentó que la ONU ha dejado de enviar convoyes humanitaria a los civiles en dichas localidades después del término del acuerdo de las cuatros localidades hace pocos meses.
Tachó de “inaceptable” el silencio guardado por el Consejo de Seguridad ante estas violaciones de los derechos humanos, sobre todo el derecho de los niños a jugar, aprender y gozar de la atención médica adecuada, lo que pone en cuestión la seriedad de los programas y las iniciativas de la ONU en materia de los derechos humanos y los derechos del niño.
Exigió a la ONU y al CSNU que celebrará este jueves una sesión sobre la situación humanitaria en Siria que reaccionen de inmediato para finalizar el sufrimiento de los habitantes de Kafraya y al-Foa, recordando la explosión de al-Rashidin que se produjo el 15 de abril de 2017, y dejó más de 120 niños y mujeres, y más de 200 heridos de los vecinos de estas localidades-
Dirigió un mensaje a la comunidad internacional en nombre de los vecinos de estas localidades, para salvarles antes de que sea muy tarde, y para dejar de politizar el asunto de las ayudas humanitarias, pues trabajar inmediatamente para garantizar el acceso de esta mismas a las localidades asediadas.
L.A