Damasco, 22 ene (SANA) Damasco es una tierra de auténtica artesanía y riqueza cultural; entre ellas se destaca la fabricación de candelabros de techo, considerados auténticos tesoros tradicionales y culturales. Estos objetos artesanales brillan como símbolos del vasto patrimonio de esta capital milenaria, considerada una de las ciudades más antiguas del mundo.
La creación de estos enormes y lujosos candelabros de cristal es un proceso complejo que culmina con crear verdaderas obras de arte. Cada pieza se elabora de forma artesanal, en un proceso que incluye calentar, moldear, enfriar y ensamblar el cristal, todo hecho completamente a mano.
Hace décadas, el artesano Faisal Ghazi dominó este oficio, que él y sus cuatro hermanos heredaron de su padre, el primero en establecer una fábrica de lámparas de araña en Siria hace más de 60 años. Desde entonces, han mantenido viva la tradición de fabricarlos artesanalmente, sin maquinaria, conservando la esencia del trabajo manual.
Ghazi ofrece cursos de formación en Damasco y en su taller, enseñando esta técnica que ha sido reconocida por su perfección y belleza, y que se remonta a más de un siglo. El secreto de este oficio radica en la habilidad del artesano para dominar la técnica, crear piezas únicas y mejorar constantemente.
Faisal elabora candelabros adornados con cobre o bañados en oro o bronce, utilizando hierro para la estructura base, que luego cubre con cobre o vidrio soplado.
Los artesanos sirios trabajan el cobre y otros metales con una habilidad excepcional. Con cada golpe de martillo, transforman el metal en piezas únicas, reflejando un legado transmitido de generación en generación, profundamente arraigado en las tradiciones de su tierra.
Por Watfeh Salloum/fm