Damasco, 4 dic (SANA) Los centros de fabricación de vidrio aparecieron en muchas regiones de Siria desde el siglo IX a. C. y se introdujeron diversos métodos en su fabricación, entre los que se destaca el soplado de vidrio.
Esta industria floreció en la época islámica, especialmente en la ciudad de Damasco, donde el soplado manual de vidrio se limitaba a las familias “Al-Qazzaz” y “Hallaq”.
La familia Al-Qazzaz era la familia más destacada que trabajaba este oficio y tenía el monopolio de enseñarlo a los hijos y nietos de la familia, para asegurar su continuidad y protegerlo de la extinción.
“Durante casi 100 años, la familia Al-Hallaq fue heredera del oficio, y después, muchas familias se incorporaron a esta profesión”, dijo el artesano Ahmed Al-Hallaq a nuestra agencia.
Explicó que el arte del soplado de vidrio se propagó en el barrio capitalino de Al-Shaghour, que contenía aproximadamente 15 hornos para fabricar vidrio.
Luego, la familia Al-Hallaq abrió la fábrica de vidrio en Khan Al-Zajaj en 1969 en la zona de Bab Sharqi en Damasco, y a medida que fue adquiriendo experiencia con sus hermanos, comenzaron a trabajar durante muchos años. Sus productos incluían todo lo relacionado con la fabricación de cristalería y herramientas utilizadas en alimentos, bebidas, hostelería y decoración y embellecimiento del hogar.
Al-Hallaq asegura que trabajó para enseñar a sus hijos esta profesión, y hoy enseña a su nieto, dado que esta profesión requiere un aprendizaje a temprana edad para asegurar rapidez de dominio y habilidad.
Durante los años de la guerra terrorista en Siria, la fábrica dejó de producir durante siete años, según confirmó Al-Hallaq, y en los últimos años, reanudó el trabajo a pesar de todas las dificultades que enfrentó, incluida la dificultad de conseguir materias primas, combustible y electricidad, además de la falta de mano de obra.
“Se nos hicieron muchas ofertas, y todavía se hacen, para que nuestra familia abandonara Siria y establecer fábricas manuales de soplado de vidrio en otros países, pero nos negamos a abandonar nuestro país patria, porque consideramos esta artesanía un patrimonio familiar y nacional”, concluyó.
fm