Tanto países sancionados como “un creciente número de países no sancionados” aspiran a liberarse de la hegemonía del dólar.
El experto destaca que seis países –Rusia, Cuba, Venezuela, Irán, Siria y Corea del Norte– están bajo restricciones integrales de EE.UU., mientras que 17 países más están sujetos a sanciones selectivas. Al mismo tiempo, otros siete países, China incluida, están sometidos a los controles de exportación.
Washington, 29 jul (SANA) Christopher Sabatini, investigador para América Latina en el centro de estudios londinense Chatham House, afirma en un artículo publicado en la revista Foreign Policy, que para Washington, es hora de reconocer que su amor por las sanciones puede socavar su propio poder económico y diplomático en todo el mundo.
“Durante las últimas dos décadas, las sanciones han sido el instrumento favorito de la política exterior de gobiernos occidentales, liderados por Estados Unidos”, dice Sabatini citado su artículo por RT.
El experto destaca que seis países –Rusia, Cuba, Venezuela, Irán, Siria y Corea del Norte– están bajo restricciones integrales de EE.UU., mientras que 17 países más están sujetos a sanciones selectivas. Al mismo tiempo, otros siete países, China incluida, están sometidos a los controles de exportación.
Según el analista, los países sometidos a cualquier tipo de restricciones estadounidenses representan más del 20 % del PIB mundial, y se debe tener en cuenta que Pekín supone el 80 % de este grupo.
En este contexto, el gigante asiático construye el sistema económico-comercial internacional alternativo, libre del dólar estadounidense y otros instrumentos financieros occidentales. Tal sistema, indica Sabatini, ayuda a esquivar las restricciones de EE.UU. a los países que están bajo estas, y además “conlleva considerables riesgos sistémicos para EE.UU. y sus aliados”.
En este sentido añade que tanto países sancionados como “un creciente número de países no sancionados” aspiran a liberarse de la hegemonía del dólar.
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