“He oído a mucha gente, incluso a analistas, que dicen que deberían de aceptar Ucrania ya, pero no es un asunto sencillo; implican consecuencias y lo que significaría una agresión mucho mayor para Rusia y sus aliados, incluyendo a la propia China”
Damasco, 12 jul (SANA) Si Ucrania ingresa a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), abriría la puerta para iniciar la Tercera Guerra Mundial, explica el experto en temas internacionales David García Contreras.
Esta podría ser una de las razones por las que el bloque militar, que actualmente se reúne en Vilna, Lituania, no ha dado visto bueno a la adhesión de Kiev como Estado miembro.
Prueba de ello son las declaraciones del secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, quien señaló que si Ucrania no gana la confrontación contra Rusia, su pertenencia al grupo no tendrá relevancia.
“La tarea más importante ahora es asegurar la victoria de Ucrania.
Si Ucrania no gana, la cuestión de las garantías y la pertenencia a la OTAN no serán un tema de discusión”, indicó el titular de la OTAN.
Si Kiev entra al grupo “nos llevaría una Tercera Guerra Mundial. He oído a mucha gente, incluso a analistas, que dicen que deberían de aceptar Ucrania ya, pero no es un asunto sencillo; implican consecuencias y lo que significaría una agresión mucho mayor para Rusia y sus aliados, incluyendo a la propia China”, expone el también secretario técnico de la carrera de Relaciones Internacionales en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, escuela de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Las razones de este panorama
De acuerdo con García Contreras, una de las razones principales por las que un ingreso acelerado de Ucrania a la OTAN puede causar una escalada en las tensiones con Moscú es por cuestiones de seguridad que, especialmente las grandes potencias como Rusia, necesitan tener.
“Por un lado, están las necesidades de una superpotencia como Rusia, que requiere tener un espacio cercano para garantizar su seguridad. Esto no es exclusivo de ese país; si lo vemos de manera histórica, todas las naciones de ese talante han tenido esa área natural”, explica.
“Y, aun cuando hoy hablamos de drones y misiles intercontinentales que no necesitan estar cerca para atacar, desde el punto de vista geopolítico sigue siendo importante que los países que rodean a una superpotencia sean aliados”, expone.
En este ámbito, se contraponen las necesidades de seguridad de coaliciones como la OTAN.
“Ucrania quiere una mayor independencia con respecto a sus políticas de seguridad y su intención de acercarse a la OTAN pero, al mismo tiempo, esto vulnera la seguridad de Rusia.
Entonces, la organización significa un elemento de conflicto, tanto al inicio de la confrontación como ahora, entre Rusia y Ucrania”, ahonda el especialista.
Acerca de esta vulnerabilidad, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró este martes 11 de julio que Occidente no entiende que es una equivocación buscar el ingreso de Kiev al grupo.
“Al parecer, los europeos no entienden ese error, aquí lo importante es tomar nota de que la infraestructura militar de Rusia nunca se acercó a Europa occidental. Siempre fue lo contrario”, apuntó.
Por esta razón, es aún más relevante que la cumbre, donde uno de los temas medulares es Ucrania, se haga en Vilna, a poco más de 20 kilómetros de Bielorrusia, una de las naciones aliadas de Rusia, estimó el analista internacional.
“Hay un mensaje con esa sede. Que los principales líderes viajen es un mensaje político del respaldo que están dispuestos a darle a Ucrania […]”, dice el académico de la UNAM.
Occidente “tras bambalinas”
El experto reitera que no es sencillo el ingreso de Ucrania a la alianza sobre todo porque los apoyos que se den a Kiev deben ser aprobados al interior de cada país.
“La OTAN también tiene la presión de los países porque, al final, lo que puedan proponer de apoyo a Ucrania significa que tienen que negociarlo al interior de ellos y muchas naciones no estarían dispuestas a dar ese cheque en blanco a sus líderes.
Emmanuel Macron, por ejemplo, aún está envuelto en una crisis política en Francia”, destaca.
Este podría ser el camino por el que Occidente y la OTAN en general pretenden aplazar meses o años tanto la resolución como el conflicto en Ucrania.
La organización dice a Kiev “‘te seguimos ayudando como lo hicimos desde 1994, cuando te adheriste la Asociación para la paz del programa, y brindando apoyo a otros países que están en ese límite de contención, que ahora ya están cercanos a Occidente y antes eran países de la Unión Soviética’.
Pero es para que ellos mantengan el conflicto, pero sin que este te lleve a la integración. Toman la postura de ‘terminando [la pugna], ya veremos’.
Ahí pueden pasar meses o años”, señala García Contreras.
Ello va en línea con las declaraciones del vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, quien consideró que es posible que Ucrania jamás sea admitida en la agrupación militar.
“Todo es como pensábamos: van a cancelar el Plan de Acción sobre la adhesión de Ucrania a la alianza.
O sea, para aceptarla más rápido.
E invitar al país 404 [Ucrania] a la OTAN.
Pero no se sabe cuándo y en qué términos la aceptarán.
Muy probablemente que nunca.
Y esto es lo que los realistas en la alianza tienen miedo de decir en voz alta”, escribió Medvédev en su canal de Telegram.
Pese a este aplazamiento, la OTAN aprobó otro paquete de ayuda para Kiev, que consta de tres partes, incluido el apoyo militar.
En otro rubro, se estipula un nuevo Consejo Ucrania-OTAN, lo que, según el académico de la UNAM, podría ser el puntero para que el conflicto dure más y, mientras tanto, el organismo apoye de manera formal a la nación dirigida por el presidente Volodímir Zelenski.
“La OTAN mantiene el conflicto y apoyo porque no pueden dejar tampoco a Ucrania puesto que lo consideran pieza clave para contención entre el poder de Occidente y Rusia”, indica el especialista.
Fuente: Sputnik Mundo