EE.UU. y Turquía involucrados en el apoyo a los terroristas en Siria

Damasco, SANA-Estados Unidos y Turquía, dos de los principales instigadores de la agresión que sufre el pueblo sirio desde 2011, planean nuevos rumbos en sus políticas agresivas conjuntas, que pueden traer consecuencias regionales impredecibles.

De acuerdo de un enfoque del corresponsal de la agencia Prensa Latina en Damasco, Miguel Fernández Martínez, ambas naciones, miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), planean iniciar de inmediato bombardeos sobre una franja de casi 100 kilómetros en la frontera común que divide a Siria y Turquía, con la supuesta intención de combatir al grupo terrorista Estado Islámico (EI).

Lo cuestionable de esta decisión, es la verdadera intención que Washington y Ankara esconden tras ella, que implique, como consecuencia, la internacionalización del conflicto bélico y su expansión por la región.

Hace apenas unas horas, el ministro de Reconciliación Nacional sirio, Alí Haidar, declaró a la cadena rusa Sputnik, que la idea turco-norteamericana de crear una zona de seguridad “libre de terroristas del grupo Estado Islámico”, es en realidad un intento turco de apropiarse de esa franja de territorio sirio.

Según Haidar, lo que se proponen las autoridades turcas es expropiar estos territorios, incluso, denunció los propósitos del gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan de sustituir la moneda siria (libra) por la turca, en una supuesta zona segura entre ambas naciones.

Para nadie es un secreto los compromisos que existen entre las bandas terroristas que operan en Siria y los gobiernos de Estados Unidos y Turquía, quienes han procurado, durante estos más de cuatro años de guerra, mantener el flujo de dinero, armas, municiones y sobre todo, hombres para combatir.

La frontera turca, es el camino más expedito que usan los mercenarios extremistas de más de 60 países para incorporarse a las bandas armadas que operan en territorio sirio, con la anuencia de los servicios de inteligencia y la guardia fronteriza de ese país.

Desde Turquía se han organizado planes de contingencia contra Siria, como la toma de la ciudad de Idleb, en marzo pasado, cuando más de 15 mil mercenarios ingresaron a suelo sirio a través del paso fronterizo de Bab al-Hawa, en una operación militar dirigida por oficiales turcos, sauditas e israelíes.

Por su parte, Estados Unidos, al frente de una coalición internacional, ha ejecutado más de cuatro mil 800 bombardeos contra agrupaciones del EI en Siria e Iraq, a un costo que rebasa los tres mil millones de dólares.

La ineficacia de estos operativos militares fue reconocida incluso por voceros del departamento de Defensa norteamericano, quienes admitieron que dichos ataques no fueron capaces de debilitar al EI.

Aunque Turquía y Estados Unidos concertaron en febrero pasado, el entrenamiento de grupos insurgentes anti-sirios, a los que Washington llama “oposición moderada”, todo parece indicar que no se pusieron de acuerdo en cómo se emplearían en el terreno esas fuerzas, lo que ha provocado recientes encontronazos entre ambos patrocinadores.
Según un informe divulgado por el sitio digital estadounidense McClatchy DC, voceros de los grupos rebeldes sirios entrenados por Estados Unidos en Turquía y conocidos como División 30, acusaron al gobierno de Erdogan de traición, por entregar información al grupo terrorista rival Frente al-Nusra, que a su vez es enfrentado por las milicias kurdas, archienemigos de Ankara.

No hay dudas que Erdogan está utilizando el conflicto sirio para desatar una cruzada anti-kurda, a través de sus aliados del grupo terrorista Frente al-Nusra –brazo armado de al-Qaeda en Siria- e “hijo desobediente” de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA).

A su vez, lograr el derrocamiento del presidente sirio Bashar al-Assad, un viejo sueño amasado por Washington y sus aliados de Arabia Saudita e Israel, quien amaga desde el sur, con evidentes intenciones intervencionistas.

En todo este peligroso entramado, Irán y Rusia se mantienen observando los acontecimientos, dos países que han reiterado su solidaridad con las autoridades de Damasco y reconocido públicamente su apoyo material a la campaña antiterrorista que asume el ejército sirio en más de 400 frentes de combate.

¿Realmente Estados Unidos y Turquía quieren enfrentar al EI? Nadie lo sabe. Habrá que seguir de cerca los acontecimientos.

Fady.M

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