La generosidad de la naturaleza siria es ilimitada y da muchos frutos, entre ellos el higo, considerado como la fruta más famosa y favorita a lo largo de la historia, y fue mencionada en el Corán, el libro sagrado de los musulmanes junto a las aceitunas, así como fue apreciada desde la antigüedad en sus formas secas y frescas.
Damasco, 23 dic (SANA) La generosidad de la naturaleza siria es ilimitada y da muchos frutos, entre ellos el higo, considerado como la fruta más famosa y favorita a lo largo de la historia, y fue mencionada en el Corán, el libro sagrado de los musulmanes junto a las aceitunas, así como fue apreciada desde la antigüedad en sus formas secas y frescas.
En un momento en que los higos frescos no pueden almacenarse durante más de dos días antes de que se echen a perder, los higos secos están disponibles durante todo el año, lo que se considera una industria patrimonial, así como una fuente rentable de ingresos para muchas familias sirias.
Además de consumirlo fresco, la gente en Siria guarda el higo seco tras exponerlo al sol, y luego lo exponen al vapor para finalmente molerlo y comerlo con nueces, almendras y hasta con ajonjolí y coco.
Desde la antigüedad, todos saben que los higos secos se han utilizado para tratar problemas de salud relacionadas con la respiración, la inmunidad y el sistema digestivo, y hay muchos estudios que han afirmado que es un antiinflamatorio y antioxidante, reduce los niveles de grasa y protege las células, lo que puede tener un efecto en la lucha contra el cáncer.
En Siria, existen 84 tipos de higueras cuyo cultivo se extiende a lo largo de la geografía siria, en virtud de la adaptación de este árbol al entorno local y la simplicidad de cultivo. La higuera siria se distingue por no ser tratada con pesticidas químicas.
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