Damasco, SANA
El primer ministro Wael al-Halqui encabezó este jueves una reunión extraordinaria para debatir la importación de los medicamentos a la luz de un mecanismo unificado adoptado por el gobierno a este efecto.
La reunión contó con la asistencia de los ministros del Estado para Asuntos Presidenciales, de Enseñanza Superior, de Economía y Comercio Exterior, de Salud, además de algunos asesores de ministros y el Director de la Dirección de Servicios Médicos en los Ministerios de Defensa y del Interior.
El jefe del Gabinete señaló que este mecanismo funcionaría como “un proyecto de reforma administrativa” con dimensiones económicas, ya que el mismo está destinado a reducir tanto la corrupción administrativa como la económica y financiera.
También agregó que el mismo ayudaría a prevenir que las empresas farmacéuticas busquen el lucro personal, y a aplicar un control sobre los precios de los fármacos.
Este mecanismo también sería útil para la racionalización del gasto y la importación, por lo tanto el control de la divisa que sale del país, además de romper los monopolios de ciertos medicamentos por parte de algunos almacenes privados.
Al-Halaqui aseguró que los medicamentos importados son de alta calidad y credibilidad.
El Primer Ministro afirmó que el gobierno está haciendo todo lo posible para lograr la seguridad farmacéutica a través de respaldar las fábricas farmacéuticas locales y la importación de medicamentos no fabricados localmente de los países amigos tales como Rusia, China, Irán, Cuba, India, Bielorrusia, Corea Democrática, Venezuela, Argentina y el grupo BRICS.
La industria farmacéutica siria logró una buena reputación antes de la guerra terrorista librada contra Siria desde el año 2011.
La misma cubría antes de la crisis el 93% de las necesidades del mercado local, de 8,000 tipos de medicamentos a través de 72 fábricas en las cuales trabajaban al menos 25,000 empleados. Los medicamentos sirios también se exportan a unos 57 países.
Los medicamentos fabricados en el país ahora cubren sólo el 89% de las necesidades del mercado local puesto que el sector de salud junto con sus fábricas farmacéuticas e instalaciones sanitarias se ven blanco de sistematizados ataques por parte de las organizaciones terroristas.
Lynn A.