Sweida, 08 ene (SANA) La guerra la desplazó de su hogar y la obligó a abandonar su próspero negocio como sastre, sin embargo, Rafaa Shukair, de 54 años de edad, logró recuperar su profesión al abrir su propio taller para fabricar ropas de algodón en la provincia sureña de Sweida.
Shukair originaria del barrio Daf al-Shouk en el sur de la capital Damasco, explicó al corresponsal de SANA, que en 2012, se vio obligada a abandonar su vecindario y moverse hacia la ciudad de Sweida, donde al principio trabajó en varios talleres allí hasta que estableció el suyo propio en 2014, con el apoyo y financiación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
A pesar de las dificultades que enfrento en las actuales circunstancias, estoy haciendo un esfuerzo para cumplir mi sueño de ampliar mi taller y convertirlo en una instalación grande con la ayuda de mi esposo, quien decidió trabajar conmigo para asegurar los derechos de matrícula para nuestras dos hijas y las otras necesidades, dijo la sastre a SANA.
Durante los años de la guerra terrorista impuesta a Siria, las mujeres sirias mostraron su fuerza y determinación como productoras y contribuidoras a la reconstrucción de su país enfrentando todas las circunstancias.
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