Damasco, SANA
En la mañana del jueves 21 de febrero de 2013, se produjo un atentado suicida terrorista en el barrio Mazraa en la capital Damasco, y cobró la vida de decenas de civiles inocentes, entre ellos niños.
El escultor Hisham Al-Maleeh, uno de los testigos de este acto terrorista, conservó una de las metrallas del coche bomba a lo largo de todos estos años para presentarlo como una obra maestra en su primera exposición.
El artista afirma que esta metralla simboliza el sufrimiento y el dolor que dejói esta guerra loca en nosotros.
“Mi objetivo de recordar este crimen a través de una escultura no es para llorar ni para generar tristeza y dolor, sino para estar más decidido a proteger y preservar nuestro país”, dijo Al-Maleeh a SANA
Aunque este trozo de hierro, de medio centímetro de espesor, es inanimado y no tiene alma ni mente, se ha convertido en un medio para matar a miles de inocentes sin excepción, precisó.
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