Damasco, SANA
Han transcurrido 10 años desde el atentado terrorista que dejó destruida la sede del canal televisivo de noticias Al-Ikhbariya TV en la localidad de Drusha, al sudoeste de la capital de Damasco.
Esa acción criminal reflejó la cobardía y el declive moral de aquellos que intentaron silenciar la voz de la verdad.
Según el director de noticias del canal, Mutasem Issa, la respuesta al crimen cometido en junio del 2012 no tardó más de 30 minutos después del incidente cuando se reanudó la transmisión en vivo.
Indicó que los medios nacionales cumplen su deber en todas las circunstancias y están plenamente conscientes que su misión es una mezcla de deber nacional y profesionalismo.
El objetivo del atentado contra este medio no fue el edificio ni los equipos, según afirma el ministro de Información, Imad Sara, sino secundar la desinformación y tergiversación de los hechos, e instigar los sirios contra su ejército y liderazgo.
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