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Sweida, SANA
Las esculturas de basalto que adornan el jardín del Museo Nacional de Damasco constituyen uno de los íconos de la antigua civilización siria que se remonta a miles de años.
Esas estatuas junto a otras exhibidas en este Museo es considerado como el quinto más importante del mundo, representan una clara evidencia de que Siria era y sigue siendo la cuna de las civilizaciones.
Entre esas obras, hay tres patrimonio arqueológico en la región sur de Siria, específicamente de la región de Jabal al-Arab, y cada una simboliza una de las profesiones del comercio, la medicina y la farmacia con su propia explicación y leyenda.
El arqueólogo Khalid Kiwan, explicó a SANA que una de estas esculturas está representada en dos contraventanas de la puerta de “Hillis” ( una puerta está hecha completamente de roca basáltica). En la parte inferior derecha hay una imagen que representa al Dios “Hermes” o el llamado Dios del Comercio, quien es el Señor de los comerciantes, el dinero y protector de rustas y caravanas.
“Hermes” fue originalmente uno de los nombres del planeta Mercurio, y es un personaje de la mitología griega y el nombre de uno de los dioses griegos prominentes, agregó.
En cuanto a la segunda escultura, representa al Dios “Esculab”, el de la medicina en Grecia, un antiguo dios árabe cuyo símbolo se conoce como la serpiente donde su culto se extendió entre los siríacos como “Aximon”, que se considera el dios de la sabiduría y la medicina en Mesopotamia por los sumerios, según Kiwan .
Agregó que la tercera escultura representa a la diosa “Higa”, hija del dios “Asclepo”, la diosa de la limpieza y simboliza la profesión de farmacia cuyo lema es la copa y la serpiente, donde el papel de su padre, Asclepo, era curar enfermedades mientras que su papel era prevenirlas.
El Museo Nacional de Damasco alberga varios monumentos y antigüedades de Jabal al-Arab, sobre todo láminas de mosaicos de la ciudad de Shahba, como el cuadro de glorificación de la tierra, la justicia, filosofía y otras más.
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