Washington, SANA
Varios estados de EE.UU fueron testigo de protestas y manifestaciones contra el racismo aplicado a estadounidenses de origen asiático e isleños del Pacífico, tras el asesinato de ocho asiáticos en tiroteos en Atlanta.
En San Antonio, Texas, el exalcalde de la ciudad dijo a los manifestantes: “la historia de los Estados Unidos requiere una revisión y debemos detener la hostilidad contra los estadounidenses de ascendencia asiática que han sido blanco de discriminación racial durante generaciones, lo cual no es un secreto para nadie aquí.”
En Chicago, los manifestantes afirmaron que “su participación no es solo para brindar apoyo a las víctimas sino también para prevenir ataques similares en el futuro”.
Una investigación publicada esta semana por el Foro “Alto al odio contra los asiáticos americanos y los isleños del Pacífico” reveló alrededor de 3.800 ataques en el transcurso de casi un año contra personas de ascendencia asiática, y los ataques contra mujeres fueron del 68 por ciento, en comparación con el 29 por ciento de los hombres.
El nivel de racismo en EE.UU ha crecido mucho tras la llegada del expresidente Donald Trump a la Casa Blanca, período durante el cual se intercalaron discursos en los que se instaba al odio contra los afroamericanos e hispanoamericanos.
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