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Ámsterdam, SANA
Se revelaron ante la opinión pública mundial los detalles de un nuevo capítulo de la implicación de Holanda en el apoyo a las organizaciones terroristas en Siria.
La verdad salió a la luz después de que el primer ministro holandés Mark Rutte admitiera recientemente haber intervenido personalmente para obstruir las investigaciones parlamentarias sobre la financiación con millones de dólares a los terroristas por parte de su gobierno.
Este nuevo suceso revela la hipocresía flagrante de las políticas de Holanda y Occidente en relación a sus alegaciones de lucha antiterrorista y la supuesta protección de los derechos humanos.
El escándalo salió al público después que Rutte se viera obligado hace unos días a admitir que había obstruido las investigaciones de una comisión de investigación hace aproximadamente dos años en el Parlamento holandés.
Los medios holandeses habían publicado expedientes que revelan el involucramiento del gobierno en el apoyo a los terroristas en Siria durante años, al proporcionarles equipos tecnológicos para telecomunicaciones, equipos logísticos militares y cientos de camiones y diferentes vehículos.
Los investigadores holandeses no llegaron a ninguna conclusión porque Rutte estaba puesto trabas ante el trabajo de ese comité y ocultar deliberadamente secretos que demuestran su implicación directa con los terroristas y su flagrante violación del derecho internacional y la ley holandesa, teniendo que las organizaciones que apoyó financiera y logísticamente en Siria son clasificadas terroristas por la propia Fiscalía holandesa.
La comisión parlamentaria holandesa de investigación se formó después de que dos medios difundieran un documental en 2017 que revela el apoyo del gobierno holandés a unos 22 grupos terroristas, incluido el llamado grupo “Frente Levantino ” clasificado como terrorista.
La cancillería siria había afirmado el pasado mes de septiembre, que el gobierno holandés no tiene el derecho de criticar y hablar de derechos humanos después del gran escándalo ante la opinión pública holandesa al revelarse su apoyo y financiación a organizaciones armadas en Siria.
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