Hasakeh, SANA
Cortar el agua potable a más de un millón de civiles en la provincia nororiental de Hasakeh constituye un crimen que las fuerzas de ocupación turcas y sus mercenarios terroristas solían repetir ante un absoluto y vergonzoso silencio de la comunidad internacional que alega defender los derechos humanos.
La situación de la población de Hasakeh se está empeorando debido a la continuación de ese corte por noveno día consecutivo.
Con la continuación de este crimen inhumano, las autoridades competentes sirias se esfuerzan por asegurar agua potable a la población a fin de aliviar su sufrimiento como sea posible y de acuerdo con las capacidades y los recursos hídricos disponibles.
Al respecto, se enviaron varios camiones cisterna con agua potable a la población. El alcalde del Ayuntamiento de Hasakeh, Adnan Khajo, explicó al corresponsal de SANA que el Ayuntamiento, comenzó a distribuir agua potable por medio de camiones cisterna a todos los hogares.
Señaló que se distribuyen diariamente 300 mil litros de agua potable.
En cuanto al agua para uso doméstica, el alcalde señaló que tal necesidad será asegurada a través de pozos que la población cavó en las calles después de que el ocupante turco ocupara la planta de agua de Alouk haciendo que un millón de ciudadanos enfrentaran sed.
M.M/F.M