Presidente Al-Assad: Años de brutales y violentos bombardeos que afectaron la mayoría de los barrios; decenas de miles de mártires y heridos, y de huérfanos, desconsolados y viudas; años de asedio sin agua, electricidad u otros elementos esenciales de la vida; todo eso para hacer arrodillar a Alepo y para sus habitantes se rindan. Con cada proyectil traicionero que caía, la esperanza de los enemigos aumentaba para convertirse a Alepo en otra ciudad que nunca existió a lo largo de la historia y para que no forme con su gemelo Damasco las dos alas con las que la patria pueda volar.