Nueva York, SANA
El delegado permanente de Siria ante las Naciones Unidas, Bashar Jaafari, afirmó que ningún país se quedaría con los brazos cruzados mientras los terroristas controlan una de sus regiones y toman a su población como escudos humanos.
En una sesión del Consejo de Seguridad dedicada a debatir la situación en Siria, Jaafari dijo que el informe del Secretario General sobre la situación humanitaria en Siria no busca en absoluto la seguridad, el bienestar y los intereses del pueblo sirio, sino que repite las mismas acusaciones y mentiras lanzadas por los gobiernos hostiles a Siria.
Explicó que los autores de los informes de la ONU sobre la situación en Siria abordan brevemente y sin cargar a la “Coalición Internacional”, las fuerzas de ocupación turcas y a las milicias y organizaciones terroristas que son responsables de los actos de agresión y de los crímenes de guerra y de lesa humanidad, y tampoco abordan la trágica situación que sufren los civiles en las zonas ocupadas por las fuerzas estadounidenses como los campamentos de Rukhban y al-Hol.
El delgado sirio se preguntó por el destino de miles de terroristas extranjeros que sacaron del campamento al-Hol en Hassakeh y si serán reciclados para volver a enviarlos a Siria a través de territorio turco como pasó en ocasiones anteriores.
Agregó que algunos invierten en el terrorismo dirigido contra Siria y lo están suministrando con decenas de miles de terroristas extranjeros provenientes de 100 estados miembros de las Naciones Unidas, y les ofrecen todas formas de apoyo, financiamiento y armamentos.
Jaafari reiteró que Siria no escatimará esfuerzos para ayudar a sus ciudadanos y seguirá avanzando en la rehabilitación y reconstrucción de lo que ha sido destruido por el terrorismo y la agresión.
Concluyó que la mejor forma de mejorar la situación humanitaria en Siria es parar la interferencia política, militar y económica en sus asuntos, y levantar las medidas coercitivas ilegales que se le impusieron.
F. Marouf/Dr. A. Shaban