Ciudad vieja de Tartous, la joya siria antigua del Mediterráneo (+ fotos)

La sociedad y las tradiciones de Tratous están íntimamente ligadas al mar donde la mayoría de sus habitantes conservan los valores culturales y costumbres que heredaron de sus antepasados.

Tartous, 17 ene (SANA) Siria se encuentra en la costa oriental del Mar Mediterráneo y cuenta con una gran cantidad de joyas históricas y ciudades antiguas que conforman un patrimonio único en el mundo.

La antigua ciudad de Tartous es una de las ciudades arqueológicas más importantes con un estilo arquitectónico distintivo que todavía está habitada y también inscrita en la Lista del Patrimonio Nacional de Siria.

El casco viejo de la ciudad es un magnifico legado medieval y una encrucijada de otras civilizaciones.

La sociedad y las tradiciones están íntimamente ligadas al mar donde la mayoría de sus habitantes conservan los valores culturales y costumbres que heredaron de sus antepasados.

Tartous ha sido testigo de muchas civilizaciones a lo largo de los siglos, lo que se refleja en su arquitectura diversa y sus monumentos históricos. Uno de los monumentos emblemáticos es la catedral que es el principal atractivo de la urbe y aún conserva su estilo arquitectónico medieval, además de su durabilidad a pesar de los acontecimientos que ha pasado y el impacto de las duras condiciones climáticas ya que se encuentra cerca de la costa.

En una entrevista con SANA, la directora de la ciudad vieja, Mervat Othman, explicó que la ciudad vieja incluye la Catedral de Nuestra Señora de Tartous, que es la primera y más antigua iglesia del mundo en Siria que fue consagrada en el nombre de la Virgen.

Los bizantinos prestaron una gran atención a esta Capilla y fue reconstruida durante la época de los cruzados. Se distingue por su carácter arquitectónico franco y data del siglo XIII. Se convirtió en mezquita en 1851 d.C., y luego el Ministerio de Cultura la convirtió en museo en 1914 d.C., agregó.

La Ciudadela de los Caballeros Templarios

Otra maravilla de Tartuos es la Ciudadela de los Caballeros Templarios. Esta fortaleza medieval, construida en el siglo XII, es uno de los pocos vestigios de la presencia de los cruzados en la región.

Está situada en la parte noroeste de la ciudad episcopal y fue construida en 1183. Consta de una doble muralla rodeada de fosos de agua excavados en la roca, y su entrada principal se llama Torre de la Puerta.

La ciudadela ha sido restaurada y convertida en un museo, donde los visitantes pueden aprender sobre la historia de los templarios y su influencia en la región.

Según fuentes históricas, la antigua ciudad de Tartuos ha sido considerada un puerto marítimo desde la época fenicia 2000 a. C., y fue considerada uno de los asentamientos comerciales importantes del Reino fenicio de Arwad.

La llegada del cristianismo

En los primeros siglos d.C., el cristianismo llegó temprano con la visita de los santos Lucas y Pedro en su camino a Roma, donde Lucas pintó un icono de la Virgen María y Pedro celebró su primera misa ceremonial. Así, antes y durante el período bizantino, la Iglesia de Antarados fue la primera iglesia del mundo consagrada a la Virgen María (actualmente Museo de Tartus).

Conflicto árabe y franco

En el año 638 d.C., la ciudad de Tartus fue conquistada por los árabes musulmanes donde fue reconstruida y bien fortificada.

Durante este período se conocía como Antartus y se conserva una copia del Corán del califa Uthman ibn Affan, el compañero notable del profeta islámico Mahoma.

Después de unos cuatro siglos y medio, los francos lograron controlarla. Durante su época, fue testigo de una notable prosperidad económica en el comercio y la industria. Fue un destino para los peregrinos cristianos de todo el mundo y un importante centro para sus líderes.

Después de nueve décadas, es decir, en 1188, el líder árabe-islámico Saladino al-Ayyubi logró liberar Arwad y sitió Tartous, ocupando la catedral y sin poder cruzar los muros interiores del Castillo de Tartous dentro de la ciudad episcopal debido a su altura.

En el año 1291 d.C., los francos fueron derrotados por Al-Ashraf Khalil bin Qalawun, y la ciudad tomó su nombre actual, Tartous.

En 1516 d.C. fue ocupada por los otomanos y pertenecía al estado de Trípoli, entre sus monumentos más destacados actualmente existentes se encuentran los populares baños y la mezquita de Al-Omari.

Watfeh Salloum/fm

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