Cancillería denuncia la injerencia británica en los asuntos internos de Siria

Damasco, SANA

La Cancillería dirigió este domingo una carta tanto al Secretario General de la ONU como al Presidente del Consejo de Seguridad Internacional sobre la escalada de las flagrantes posturas de algunos responsables británicos sobre la situación en Siria, inclusive las declaraciones de algunos funcionarios de la política exterior.

Estas declaraciones reflejan que algunos gobiernos occidentales, sobre todo Gran Bretaña y Francia sienten nostalgia por su largo pasado colonial, pues tratan de imponer su mandato a los pueblos del mundo, bajo los diferentes pretextos para justificar su injerencia en los asuntos internos de los Estados independientes miembros de la ONU e imponer regímenes políticos sobre los mismos que armonizan con sus propios intereses, acotó la Cancillería.

Asimismo señaló que los pueblos de Oriente Medio, Asia, África, y América Latina siguen sufriendo de las políticas coloniales de los gobiernos sucesivos de Gran Bretaña y de su papel destructivo en la fragmentación de la región.

En este contexto, Cancillería denunció que Gran Bretaña está empelando todas sus “capacidades y experiencias coloniales” para desestabilizar a Siria mediante su apoyo financiero, mediático, político y armamentístico a las organizaciones terroristas que operan en la misma, así como a través de facilitar la llegada de los mercenarios extranjeros al territorio sirio.

El hecho de enviar a terroristas extremistas por parte del Gobierno británico como John al-Inklizi (el inglés) el degollador de la organización terrorista del Estado Islámico y refugiar a sus capos por décadas tales como Abou Kutada y Omar Abdulrahman desvela la hipocresía de la política británica y la falsedad de sus alegaciones de difundir la democracia, luchar contra el terrorismo y proteger los derechos humanos, súmanles las declaraciones del canciller británico a favor de las organizaciones terroristas, subrayó la Cancillería en la carta.

De igual manera recalcó que la negación de los responsables británicos al derecho de Siria de luchar contra el terrorismo, proteger a su pueblo del mismo, tratar de restaurar la seguridad en su territorio, y echar a terroristas procedentes de 100 países, incluido Gran Bretaña, es un hecho vergonzoso y contradice con la Carta de la ONU y las resoluciones de su Consejo de Seguridad.

Quien desea sermonear a los demás pues que se sermonee a sí mismo y aplique el sermón, aseveró la Cancillería, por lo tanto el primer ministro británico Cameron tiene que pedir disculpas al pueblo británico por sus declaraciones emitidas en la fecha de 11/08/2011 en las cuales dijo que él utilizaría el ejército para detener las manifestaciones, súmales otras declaraciones de una fuente gubernamental que “reveló que Gran Bretaña busca la posibilidad de interrumpir la red social y los mensajes vía internet, tales como los mensajes de Black Berry y Twitter durante los disturbios”.

Estas posturas reflejan de nuevo la hipocresía del Gobierno británico y el doble moral que aplica en su política, concluyó la Cancillería su carta.

Lynn A., Riyad Sh.

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