SANA en Español
Sharm el-Sheikh, 15 nov (SANA) El titular de Administración Local y Medio Ambiente, Hussein Makhlouf, destacó la necesidad de desempeñar esfuerzos concertados para enfrentar los efectos negativos del cambio climático, en un momento en que el mundo está atravesando duras condiciones en todos los niveles, que se ven exacerbados por los desastres ambientales.
Makhlouf hizo estas declaraciones durante la sesión de las reuniones de alto nivel de la 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP27, celebrada en Sharm el-Sheikh, Egipto.
En su intervención, el ministro sirio hizo alusión a las peligrosas repercusiones de la guerra terrorista en Siria, y las grandes contaminaciones causadas por la toma de control e incendio de oleoductos y pozos, además de la refinación primitiva del petróleo que practican los grupos terroristas separatistas proestadounidense en el noreste sirio.
Asimismo subrayó el papel nefasto de las injustas medidas coercitivas impuestas a Siria en detener la implementación de muchos proyectos destinados a proteger el medio ambiente y lograr el desarrollo y fomento sostenible.
Denunció que la guerra de agua que lanza el ocupante turco y sus mercenarios en la provincia norteña de Hasakeh, y su decisión de bajar el caudal del río Éufrates, han privado a la población siria del líquido vital y a miles de agricultores en Siria e Irak de regar sus cultivos, súmale el impacto de estas prácticas en la biodiversidad en la referida región.
Arrojó luz sobre los crímenes de arrancar a miles de olivos perennes y transportarlos fuera de Siria, además de los incendios deliberados llevados a cabo por los terroristas en los bosques sirios.
Subrayó las agresiones israelíes contra la población y las tierras agrícolas del Golán sirio ocupando, y condenó que los golaneses reciben solo el 20% de su necesidad anual de agua, lo que contraviene las leyes internacionales.
Reiteró la adhesión de Siria a los acuerdos ambientales internacionales, incluido el de París, y dirigió un llamamiento al mundo para apoyar al Estado sirio en superar el deterioro de la situación ambiental.
Instó apoyar a los países que sufren el terrorismo y la ocupación, y trabajar codo a codo para combatir el terrorismo y lograr la estabilidad de los pueblos.
Exigió el levantamiento inmediato de las medidas coercitivas unilaterales contra Siria, que limitaron su capacidad de combatir el cambio climático, así como hizo hincapié en la necesidad de detener el principio del castigo colectivo y de respaldar los esfuerzos del Estado sirio en función de facilitar el retorno voluntario y seguro de los sirios.
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