SANA en Español
Damasco, SANA
Dos décadas después de los ataques del 11 de septiembre, que EEUU utilizó como pretexto para lanzar la campaña de intervención militar más grande de la historia.
La mentira de la guerra contra el terrorismo continúa, con resultados catastróficos como la destrucción, el caos y el surgimiento de organizaciones terroristas en los países afectados por estas intervenciones estadounidenses.
Durante los últimos 20 años, la etiqueta de (la guerra contra el terrorismo) se ha dedicado al intervencionismo militar como una vía importante para EE.UU, y las campañas de invasión e intervención militar se han convertido en un hábito seguido por Washington cuando quiere lograr ciertos objetivos o ambiciones expansionistas.
El término también ha sido utilizado por sucesivas administraciones estadounidenses para taparle lo boca a los organismos internacionales, entre ellos las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad y aprobar lo que quiera con el apoyo de potencias occidentales cómplices, y eso es lo que sucedió con la agresión estadounidense a Irak en 2003.
El teatrillo de la “guerra contra el terrorismo” que EEUU sabe manipular excelentemente se repitió en Siria cuando se formó la llamada Coalición Internacional en agosto de 2014 con el pretexto de luchar contra la organización terrorista (Daesh) en Siria e Irak, ya que misma organización fue establecida por la inteligencia estadounidense y occidental, y la supuesta alianza no era más que una herramienta de encubrimiento para ampliar el alcance de la organización extremista.
Un nuevo informe elaborado por la organización British Airwars y difundido en el aniversario de los ataques de septiembre revela que lo que Washington ha logrado en su supuesta guerra contra el terrorismo ha sido matar a unos 23.000 civiles en sus ataques e incursiones lanzadas en varios países de todo el mundo desde 2001.
El informe indicó que el ejército estadounidense ha llevado a cabo casi 100.000 ataques aéreos desde 2001, y que el año más sanguinario en las últimas dos décadas fue 2003, cuando se publicaron estadísticas oficiales sobre la muerte de al menos 5.529 personas , casi todas durante la invasión estadounidense a Irak ese año.
Señaló que las estimaciones de Airwars indican que el número verdadero de víctimas civiles que murieron como resultado de los ataques aéreos estadounidenses, supuestamente por combatir a Daesh, es de aproximadamente 19.644 víctimas.
Las repercusiones de la supuesta guerra contra el terrorismo no se limitaron a la destrucción de varios países del mundo para realizar los planes estadounidenses, según el periódico británico The Guardian, la verdadera amenaza terrorista que Washington debe temer proviene de los grupos extremistas de derecha dentro de EE.UU., cuya presencia y protagonismo se han incrementado 20 años después de los atentados de septiembre.
Fuente: SANA en árabe.
Traducido al español por R. Sharaf y S. Mahmoud
