SANA en Español
Damasco, SANA
Siria criticó la hipocresía y tergiversación de los hechos por parte del llamado enviado británico para Siria, Jonathan Hargrifz, en lo relacionado con la situación humanitaria allí, y afirmó que Gran Bretaña y sus funcionarios no tienen ninguna credibilidad para hablar de ello y deben asumir la responsabilidad entera por el sufrimiento de los sirios.
En una nota de prensa, el Ministerio de Exteriores y Expatriados afirmó que “la República Árabe Siria expresa su extrañeza por la hipocresía, falsas alegaciones y la deformación de hechos por el “enviado” británico a Siria, Jonathan Hargrifz, en lo referente a la situación humanitaria en Siria”.
“El responsable británico ignoró que la razón principal del sufrimiento actual de los sirios radica en la agresión terrorista que derramó la sangre de los sirios y destruyó sus logros, y en la cual Gran Bretaña fue un bando principal mediante su apoyo ilimitado a las agrupaciones hostiles”, afirmó Cancillería.
Denunció que las medidas coercitivas ilegales y unilaterales impuestas a Siria por parte de EE.UU. y sus seguidores, sobre todo Gran Bretaña, afectan los medios de vida de los sirios y constituyen una flagrante violación de los principios del derecho internacional humanitario y los derechos humanos más elementales”.
“Gran Bretaña instruida por su amo en la Casa Blanca siempre ha obstruido los esfuerzos antiterroristas y frustrado cualquier acción seria para salir de la crisis actual, y ha invertido miles de millones para deformar la imagen de Siria y avivar el odio, así como ha puesto obstáculos ante la reconstrucción y la normalización de la situación en Siria”, agregó.
Remarcó que lo anterior lo confirmó la oposición de Bretaña a la Conferencia Internacional sobre el Retorno de Refugiados que se celebró en Damasco el pasado mes como parte de los esfuerzos del gobierno sirio por facilitar el retorno de los sirios a su patria y garantizar los medios para una vida digna.
Cancillería concluyó su declaración con asegurar que Gran Bretaña y sus funcionarios no tienen ninguna credibilidad moral para hablar de la situación humanitaria en Siria, e incluso tienen que asumir la responsabilidad entera por el sufrimiento de los sirios, lo cual exige una rendición de cuentas y llevarlos ante la justicia internacional para que respondan por los crímenes que cometieron contra los sirios.
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